URIBE VUELVE A LA LIBERTAD
Nuevamente la opinión pública vuelve a estar polarizada por la decisión de la Juez 30 de Garantías, de revocar la medida de detención domiciliaria que tenía el expresidente Álvaro Uribe Vélez, desde hace dos meses, ordenada por la Corte Suprema de Justicia. En medio de la más profunda aceleración de la pandemia de la Covid-19 que se está presentando en el país, y que han agudizado la mayor crisis social y económica a la sociedad colombiana durante el presente siglo, la oposición perdió este asalto ante tal decisión judicial.
Muchos expertos consideran que este hecho jurídico fortalece la imagen política del presidente del movimiento Político Centro Democrático, dadas las pruebas que presuntamente no tienen un sustento probatorio fuerte, para culpar de los delitos que se le acusan. La Corte Suprema de Justicia, desde el 24 de julio de 2018, lo llamó a indagatoria por haber supuestamente intentado convencer a testigos para que se retractaran de las afirmaciones en su contra y en las lo involucraban con grupos paramilitares.
Lo anterior ha sido promovido por algunos sectores de la izquierda que han sido implacables contra el accionar gubernamental del actual gobierno y de los dos periodos presidenciales, donde le asestó los más grandes golpes a la delincuencia, grupos guerrilleros y paramilitares, convirtiéndose en el primer mandatario de los colombianos, que los enfrentó militarmente, después de más de cinco décadas de tragedia violenta que padeció la sociedad colombiana.
La triste realidad que ocurre dentro de la institucionalidad colombiana es que los delincuentes a los cuales ha combatido en otrora, se conviertan en los testigos que le están generando este problema judicial. Los pájaros tirándole a las escopetas. Mientras los grandes narcoterroristas del país se encuentren deambulando libremente por el país y en el exterior, por decisiones judiciales, y es inaudito que cuando la misma Corte de Suprema de Justicia haya negado las pruebas de los computadores y dispositivos que fueron decomisados por el Ejército Nacional en el operativo que dieron de baja al cabecilla No. 2 de las Farc Raúl Reyes en el Ecuador, mientras la Interpol los certificó como legibles. Estos equipos comprometen a varios personajes de la vida nacional donde se encuentran involucrados algunos detractores que actualmente lo están acusando.
Hay que reconocer que el expresidente Álvaro Uribe Vélez, ha sido muy radical contra todas las manifestaciones narcoterroristas que se han presentado durante las últimas tres décadas en Colombia. Y eso no se lo perdonan los sectores de izquierda. Se espera que la verdad aflore y se haga justicia para bien de las instituciones democráticas del país.