Requiem a los medios de comunicación
Por Luis Humberto Tovar Trujillo
La crisis de los medios de comunicación, muchos la justifican y achacan, a las redes sociales. Fácil y extenuante conclusión.
Fabulosa mentira; el gran fracaso de los medios en la actualidad se debe a la perdida de confianza legitima entre estos y los ciudadanos, por haber sustituido la verdad por la mentira; el amarillismo y el sensacionalismo que vende, como alimento financiero para sobrevivir, en una sociedad absolutamente destrozada por el narcotráfico y los antivalores.
Vender, y a como dé lugar, se convirtió en la actividad que descolla, dentro del concepto de la libre competencia económica, es decir, los medios no tuvieron otra forma de incorporarse a la nueva concepción de la economía de mercado, sino vendiendo la verdad y los antivalores.
Las recientes elecciones en los Estados Unidos, desnudó en forma superlativa, la quiebra moral, ética de estos y de paso la profesión de periodista, que antes que serlo, es un oficio hasta mal remunerado, sobre todo para aquellos, que llamamos de hacha y machete dentro de esa actividad, que laboran a como de lugar, para conseguir no solo su ingreso y el de su familia, sino para mejorar la sostenibilidad de las arcas del medio a que pertenecen.
Llegar al extremo de la vulgarización de la verdad, invertirla, dándole ribetes de verdad a la mentira, pegados del aforismo de ideólogos de dictaduras pasadas, de que una mentira reiterada en multiplicidad de veces suele convertirse en una verdad.
Que asqueroso procedimiento, y lo más grave, patrocinado por los mismos mandatarios de turno, y de quienes aspiran a llegar a esas grandes dignidades, otorgando viandas y lentejas de las mesas del rico Epulón, como canje macabro para engañar a los ciudadanos, y lo mas grave, a sabiendas de que se suplanta la verdad por la mentira.
Mantener engañados a mas de trecientos millones de americanos, residentes en los Estado Unidos, y al resto del mundo, sobre una contienda electoral, donde fue evidente el triunfo del actual presidente, pero que no gustaba a los medios porque venían del gobierno anterior aceitados con los dineros del Estado, y hablo de los EE. UU., no de Colombia para que no se confundan, solo que es pura coincidencia.
Vulgarizar a un presidente, el mas importante del mundo, negarse a trasmitir sus mensajes e intervenciones; el mas grave estado de postración de la información veraz y oportuna.
Que vivan las redes sociales, y mientras no sigan sirviendo intereses particulares, pese a sus limitaciones, nos mantienen bien informados.