Re-evolución

Por Fernando Bermúdez Ardila
Escritor e historiador
Nominado premio Nobel de Paz 2010
La palabra revolución ha sido un mal entendido y mal interpretada, la evolución significa que siempre estamos en aprendizaje para no repetir los errores pasados, para que estos no se cometan en el futuro, si se entiende mal sería como regresar nueva y progresivamente a la época de las cavernas de donde salimos hace ya miles de años.
Los pueblos que han cometido estos errores por desconocimiento, salen de ellos tan pronto pueden y regresan al camino del desarrollo o evolución como pasó con la URSS y en China, en esta última que, aunque la consideramos una república de corte socialista, es en realidad más capitalista que los mismos Estados Unidos de Norteamérica a tal punto que hoy es considerada la fábrica del mundo, y muy pronto desplazará a la que hoy consideramos primera potencia mundial.
Para que nos hagamos a una idea en Rusia existe hoy un gran número de millonarios y la república “socialista” de China no se queda atrás, pues posee quizás más millonarios que los Estados Unidos.
Entendieron que la productividad de un individuo, su inteligencia y capacidad debe ser premiada y reconocida por lo que el individuo produzca y éste no puede remunerarse igual que el individuo que no produce, es ineficiente e incapaz. Pero en la transición de la comisión del error a la evolución qué puede tardar décadas el pueblo es sometido, maltratado y humillado, en la URSS de Joseph Stalin hubo un aniquilamiento de treinta millones de personas y en la China de Mao Zedong fue superior a setenta millones de personas un número desproporcionado si se tienen cuenta que en la Segunda Guerra Mundial la suma de víctimas fue de diecisiete millones.
Represión, campos de concentración, hambre y persecución a todos los que consideraban enemigos del régimen tuvieron que padecer estas dos pueblos antes de que retomaran el camino nuevamente a la re-evolución. Lo he advertido muchas veces, no soy de izquierda, ni de derecha, soy simplemente un observador histórico, sin sesgos ideológicos, pero puedo advertir hoy que es lo que llaman el socialismo del siglo XXI no es otra cosa que el refrito que vivió y padeció la URSS y China. Modelos económicos que fracasaron y abandonaron, no sin antes dejar una huella gigante de pobreza, muerte y desolación.
Para no entrar en mayores detalles, tenemos a nuestro vecino Venezuela, el país más rico de Latinoamérica, que llegó a tener una producción de petróleo de cuatro millones de barriles diarios, y hoy escasamente llega a trescientos mil barriles diarios; debe importar su gasolina y para llegar a la producción que antes tenía requiere de una cifra astronómica que ninguna empresa costearía, ósea que es casi imposible su recuperación a corto o mediano plazo.
Hoy su gasolina es la más costosa en nuestro hemisferio, una república completamente destruida en su economía y por supuesto una población padeciendo hambre. Pero todo pueblo tiene y merece los gobernantes que elige en su inmensa ignorancia o sabiduría.