sábado, 19 de julio de 2025
Opinión/ Creado el: 2020-10-26 01:42

Quien debe rendirle cuentas a quien

Escrito por: Redacción Diario del Huila | octubre 26 de 2020

Por Julio Bahamon

En la columna de los lunes que en el diario El Tiempo escribe el Dr Gabriel Silva Lujan, manifestó que, si llegare a ganar la presidencia de los EEUU el señor Biden, a Colombia le ira mal, porque el presidente Iván Duque, disque ha demostrado simpatía por la candidatura del actual mandatario Donald Trump. Una hipótesis traída de los cabellos y producto de la tremenda resaca que suele acompañar al columnista de marras los fines de semana. En un resumen apocalíptico Silva advierte que nuestro presidente tendrá que rendirle cuentas a un hipotético gobierno demócrata que, según sus cálculos electorales, se constituiría alrededor de la Casa Blanca en Washington a partir del año entrante sobre los crímenes contra los líderes sociales y excombatientes de las farc que, por imaginación enfermiza de Silva, debe responder el actual gobierno, cuando se tiene certeza que esos asesinatos los ha cometido el cartel mexicano en contubernio con grupos disidentes de la misma guerrilla y diversas agrupaciones y clanes vinculados al narcotráfico en el país. Amen, según el columnista, de igual forma tendría que explicarle a los nuevos y viejos líderes demócratas sobre el incremento de los cultivos de coca que afloraron en nuestra nación en los ocho años del gobierno de Juan Manuel Santos. Sabemos que lo que esta sucediendo en nuestro país en contra de los líderes sociales y excombatientes es el resultado de una negociación de paz hecha a las patadas, unida a la ambición de un presidente de la republica que antepuso sus intereses personales a los de la patria en procura de que le adjudicaran un premio nobel de paz, sin paz en la nación. El gobierno de Uribe combatió, en su momento, a los grupos al margen de la ley con contundencia y autoridad moral y erradico miles de hectáreas de cultivos de coca estrechando su extensión a apenas 40.000 hectáreas a finales del año 2.010. Luego, el que le siguió, obnubilado por los cantos de sirenas sobre la malograda paz, incluyo en la agenda por debajo de la mesa de negociación en la Habana una exigencia de los cabecillas de las Farc para que se le diera larga a los cultivos ilícitos, y fue así, que el área cultivada al final de su gobierno alcanzo una cifra escandalosa llegando a las 220.000 has sembradas. No necesita el señor Gabriel Silva ser un matemático para enterarse que ese mar de cultivos ilícitos le  produce a los grupos narcoguerrilleros cerca de 800 toneladas métricas de Clorhidrato de cocaína que sacan anualmente al mercado, especialmente hacia los EEUU, y se constituye en la materia prima de la violencia que vienen desarrollando los carteles de México en Colombia, y de paso, a asesinar a todo aquel que se atraviese en su plan de inundar su campos  con cultivos de la mata que mata. Tal vez lo que debe hacer el presidente Duque, y lo digo con respeto, es ordenar con el apoyo de los Estados Unidos la aspersión aérea de toda el área sembrada con coca, y demostrarle al mundo que es mayor, infinitamente mayor el daño que le ha provocado a la juventud el consumo de bazuco y sus derivados, que el mal que al ecosistema podría ocasionarle el uso del herbicida con el que se pueden destruir los sembrados ilícitos. En las zonas cocaleras, controladas por los carteles, Dr Silva, despabílese, no viven campesinos honestos. No es posible llegar a pensar que la gente buena pueda convivir con grupos criminales. Al final de cuentas, entonces, quien es el que debe rendir las cuentas.