sábado, 19 de julio de 2025
Opinión/ Creado el: 2014-01-29 10:08

“Malo si sí, malo si no, ni preguntes”

La turbulencia mundial sacude nuevamente los mercados financieros del mundo capitalista. Ahora la crisis proviene del mercado monetario, afectado por el cambio de política en el gobierno de los EE.UU. Con el objeto de reanimar su alicaída economía, la potencia del norte, a través del Banco de Reserva Federal, ha venido emitiendo,

Escrito por: Redacción Diario del Huila | enero 29 de 2014

desde que estallara la crisis de los bonos basura en 2008, 85.000 millones de dólares mensualmente que se utilizan en compra de bonos de la banca tramposa, causante de la crisis. 

Este mecanismo perverso ha concentrado aún más la riqueza, hasta tal punto que estudios recientes calculan que el 10% de la población mundial posee el 86% de los recursos. Como esa política de “flexibilización cuantitativa” es insostenible en el largo plazo y, además, el sistema capitalista sobre la base de destruir excedentes importantes de las fuerzas productivas: quiebra de millares de empresas, disminución del comercio, reducción de beneficios sociales a los trabajadores, reducción de salarios, desempleo masivo,…ha logrado reanimar en algo el mercado mundial, especialmente el de los países ricos de Europa y Norteamérica, ha decidido empezar a suspender esas emisiones de dólares sin respaldo.

El solo anuncio de que este primer mes del año, la Reserva Federal emitirá solo 75.000 millones de dólares, tiene convulsionado el mercado monetario, porque el ciclo que abre es uno inverso al que traía la economía mundial: el dinero barato se acabó y en consecuencia las tasas de interés empezarán a subir, encareciendo el crédito y amenazando ahora por la vía de la deuda creciente la estabilidad de los países vasallos del sistema monetario especulativo. Situación de extrema gravedad si tenemos en cuenta que por la reducción del comercio mundial, los precios de los commodities: petróleo, minerales, productos agrícolas y pecuarios…, que son nuestra fuente de ingresos, han bajado a precios irrisorios: ejemplo, el café.

La reacción de las monedas de los países emergentes, ha sido hacia una aceleración fuerte de la devaluación. En Argentina, Brasil, Turquía, Rusia y, obviamente Colombia, las monedas nacionales han perdido valor de manera acelerada. Las consecuencias serán muy graves: no solo se encarecerán los productos importados que cada vez son más a causa de la quiebra de la industria y del agro nacional, arrasados por el libre comercio, sino que la deuda externa crecerá exponencialmente, raponeando, en un abrir y cerrar de ojos, las reservas internacionales de divisas, acumuladas con mucho esfuerzo.

El perverso sistema de expoliación creado por el capital financiero monopolista parasitario, prueba así, como con cualquiera de las caras de la moneda que juguemos, perdemos nosotros, mientras ellos siempre ganan, cual tahúres de casino. De ahí el verso de la canción de Aterciopelados que da título a este escrito.  La dependencia de los países en desarrollo de la política económica neoliberal es su perdición. Mientras no recuperemos la soberanía para diseñar el camino del progreso interno y, unamos los mercados soberanos de todos los países en un gran frente común por la igualdad, el mundo será su mundo y miles de millones de personas estaremos excluidos de la prosperidad y el bienestar.