sábado, 19 de julio de 2025
Opinión/ Creado el: 2014-01-31 09:34

Tito Correa

La moda y la desocupación hacen del mundo aún más difícil de entender.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | enero 31 de 2014

Hace poco un artículo en la revista SEMANA desencadenó la envidia de muchos Colombianos por los logros del vecino país del Ecuador en términos de infraestructura. La desinformación o la información fragmentada hacen que estos temas se pongan de moda, y se termine en reuniones sociales por adular a un dictadorzuelo.

La dictadura nació en la antigua Roma, era el gobierno extraordinario que se confería a una persona, el dictador, una autoridad suprema en los momentos difíciles, especialmente en los casos de guerra; la dictadura nació, al parecer a propuesta de Tito Larcio, quien fue además el primero en ejercer el cargo. El dictador era nombrado por uno de los cónsules en virtud de una orden del Senado que tenía la potestad de determinar cuando era necesario el nombramiento y quién debía ocupar el cargo.

Yo tuve la suerte de vivir en ése gran país y no recuerdo ni guerra, ni cónsules, ni nada de esto en el Ecuador del 2007 cuando este señor llegó a la presidencia. Pero, es verdad, una vez más el pueblo cansado de la corrupción de los partidos tradicionales, ungió al “elegido”, quien hoy se siente Dios.

 Colombia se dispone a invertir la suma de 40 billones de pesos en infraestructura, una cuantia sin precedentes en la historia y que pretende desatrasar el cuaderno que recibimos de Andrés Uriel. Pero Ecuador ha invertido en los últimos tres años, 6 veces más y es evidente además de innegable el avance en vías que los ecuatorianos tienen hoy por hoy.

La gran pregunta es filosófica, el fin justica los medios?  Desde mi óptica lo que existe en Ecuador no es ni más ni menos que una dictadura, que coarta las libertades de expresión, que restringe el desarrollo empresarial, que incita al comercio del mercado gris buscando maquillar la balanza comercial. Todo esto es parte del nuevo mecanismo de dictadura del siglo XXI, que al parecer tiene a latinoamerica como su mejor exponente. Son dictadores plebiscitarios, pues se hacen elegir, cambian la constitución, usan la corrupción y se atornillan al poder. Unos donan casas, mejoran salud con cubanos, cambian articulitos, crean milicias organizadas por el mismo gobierno ó tapan la realidad con cemento. Pero todos tiene en común lo que el Diario El Universo de Guayaquil, perseguido por Rafael Correa y multado con 40 millones de dólares perfectamente describió en su editorial: “Existen diversas maneras de contrastar si existe democracia en un país. La más infalible es verificar si allí el gobernante se sujeta a las críticas públicas -aunque vehementes o injustas- sin que el autor sea castigado por expresarlas.”

La única manera de protegerse de estos tiranos, es manteniendo el libre ejercicio de la libertad de expresión. Las sociedades civiles poco complejas, débiles y desinformadas, son el caldo de cultivo. Es bueno saber que en Colombia solo 12 senadores serán de este tipo de corrientes que siguen al semidios. Sin embargo en medio de la tolerancia de una democracia, no discriminamos, les daremos la bienvenida y les permitiremos predicar desde el pulpito.