Sergio Younes dejó huella

A sus 29 años el camino recorrido era ya suficiente para reconocerle que venía haciendo las cosas bien. Desde que fue personero de su colegio a los 16 años hasta llegar a ser presidente de la Asamblea a sus 28 años y estarle apuntando a los 30 llegar a ser Representante a la Cámara, daban claras razones para reconocerle que estaba haciendo las cosas bien.

Como lo expresó  en unas de sus tantas y recientes entrevistas, “nada en la vida se consigue de manera fácil, todo implica un sacrificio”  él al haberse separado de su padre a sus escasos dos años de vida producto del divorcio con su madre, fue educado en el seno de su familia materna, su abuelo entró a ocupar la figura paternal y cuenta el haber recibido la mejor enseñanza de ellos y por su puesto su madre, Ana María a quien recuerdo como gerente de una importante entidad financiera, quien luchó y consiguió que Sergio saliera adelante y se graduara como abogado en la Universidad Externado de Colombia. 

Hoy el destino le ha jugado la peor de las jugadas a esta promesa de la política huilense, en un absurdo accidente de tránsito le fue cercenada a él y a mi amigo también Nelson Palomares, la posibilidad de seguir viviendo y de poderle seguir sirviendo al Departamento. Fueron ellos además de amigos, personas que supieron vivir sus vidas, fueron felices pues siempre supieron para donde iban, tenían claros ideales los que defendieron siempre con altura, con dignidad y con estilo. Sergio como bien lo decía no tenía enemigos, tenía contradictores a los cuales siempre trató con respeto y con tacto político propio de su innata vocación para hacer política.  

No me queda más que expresarle a sus familias, nuestros más sentido pesar y nuestra sincera voz de aliento que nunca será suficiente para saber llevar con resignación este profundo dolor que deja esta tragedia. Paz en la tumba de estos amigos de siempre.