No más “minas de la muerte”
La iniciativa del vicepresidente de la República, Angelino Garzón, tiene que contemplarse como tema obligado en la mesa de La Habana. Garzón, apoyado en unas escalofriantes cifras, le pidió a los grupos armados ilegales suspender el uso y utilización de minas antipersonal.
“Las minas de la muerte son armas criminales que sólo dejan dolor y generan desplazamiento y desolación. Tanto las Farc como el ELN deberían tomar la decisión de cesar el uso inmediato de estos artefactos. Les pedimos que informen, lo antes posible, la ubicación de los campos minados para realizar todas las acciones necesarias que permitan una Colombia libre de minas y lograr la paz que tanto deseamos”, expresó el vicepresidente.
Este sería más que un gesto, la demostración fehaciente de que las Farc y el ELN realmente quieren la paz y están buscando el bienestar del país.
Colombia es uno de los países con mayor número de víctimas por este tipo de artefactos. Por esta razón se realizará durante los días 3 y 4 de abril de 2014, en la ciudad de Medellín, la conferencia mundial sobre derechos de sobrevivientes de minas antipersonal y personas con discapacidad: ‘Tendiendo Puentes Entre Mundos’, reunión que es prioridad “para concentrar todos los esfuerzos en la lucha contra este flagelo”, manifestó.
En el periodo de 1990 a la fecha se ha registrado un total de 10.607 personas víctimas por minas antipersona. De éstas, 6491 son miembros de la Fuerza Pública y 4116 son civiles, 1058 son niños, niñas y adolescentes quienes han caído en esta trampa mortal de los grupos armados ilegales.
Como vemos estamos frente a uno de los peores flagelos, pero a la vez frente a la oportunidad de que la guerrilla del primer gesto de paz, de compromiso con un país que aún es escéptico.
No se está pidiendo un cese de hostilidades indefinido, ni la entrega de armas y la rendición, simplemente no utilizar esta letal arma, pues como lo confirman las estadísticas, está afectando de manera irracional y desmedida a la población civil, incluso a niños campesinos inocentes.
Quedamos a la espera de una respuesta de las Farc al pronunciamiento valido del vicepresidente.