viernes, 18 de julio de 2025
Opinión/ Creado el: 2014-01-24 11:19

Literal

A.J. Jacobs en su libro La Bi-blia al pie de la letra dice que un 33% de los norteamericanos afirman seguir la Biblia al pie de la letra.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | enero 24 de 2014

Los pastores de la Iglesia de Jesucristo Internacional utilizan textos bíblicos para justificar lo injustificable: la discriminación contra los discapacitados. Los fundamentalistas bíblicos se oponen a aceptar que partes del libro divino no tienen vigencia o son contrarios al sentido común, pues puede producirse el efecto dominó; si una parte no se acepta en su literalidad, se abre camino para que todo el libro se cuestione.

Los dirigentes del MIRA, ala política de la Iglesia —I.C.D.M.J.I—, deberían cumplir otras normas bíblicas, no pueden comprar propiedades: en el libro Levítico 25:23 es clara la frase “Las tierras no se venderán a perpetuidad porque la tierra es mía…”. Tampoco les es lícito utilizar el sistema financiero para transferencias: en el Deuteronomio 14:25 se lee “Tomarás el dinero entre manos e irás al lugar que Yavé tu Dios elija”. El sistema bancario no podría funcionar: el Deuteronomio 15:1 estipula “Cada siete años habrá la remisión, todo acreedor condonara la deuda del préstamo hecho a su prójimo…”. Con los bienes recibidos en pago se pueden presentar algunas dificultades, de acuerdo con Levítico 15:12: en los años jubilares “Cada dueño recobrará su propiedad”.

¿Qué ropa usan los pastores de MIRA? La Biblia, Levíticos 19:19, es clara en prohibir vestidos con mezclas de fibras: “no llevarás vestidos de tejidos mezclados”. En este mismo versículo se prohíbe el mejoramiento genético “No aparearas bestias de diversa especie, ni sembraras en tu campo simiente de dos especies”. Las fotos de los pastores permiten ver que incumplen el mandato del Números 15:38: “Diles que de generación en generación se hagan flecos en los bordes de sus mantos y aten los flecos de cada borde con un cordón de color de jacinto”.

La literalidad bíblica traería un caos al sistema de transporte colectivo, por causa de las impurezas del hombre y la mujer. En Levíticos 15:19 se dice: “la mujer que tiene su flujo de sangre en su carne estará siete días en la impureza… Si alguno tocara un mueble en que ella se sentó, lavará sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde”. El mismo libro, 15:11, define también que el hombre es impuro: “Cualquier hombre que padezca flujo seminal en su carne será inmundo”. “El asiento en que se sienta será inmundo… y quien se sentare sobre un objeto en que se sentó el que padece el flujo lavará sus vestidos…”. Algunas interpretan el flujo seminal con la gonorrea; pero el texto no deja duda: “ El hombre quedará impuro hasta el día después de la efusión de semen”. ¿Qué hacer cuando alguien se levanta del asiento de un bus: ocuparlo sin preguntar ¿tienes la regla? o ¿has tenido relaciones sexuales o te has masturbado? En ambos casos con seguridad recibirá una cachetada o un golpe. Una solución sería no tener asientos. ¿Pero qué hacer con el transporte aéreo? Teniendo en cuenta la distribución por sexo, por edades y frecuencia en las relaciones sexuales de los usuarios de un sistema de transporte masivo, estimo que con una probabilidad cercana al 19%, el asiento que se desocupa es “inmundo”.

Jacobs se pregunta: ¿Cómo transmitir un partido de tenis en que participa Venus Williams si el Éxodo 23:13 prohíbe nombrar a otros dioses; y Venus es la diosa romana del amor.