Las lloronas
O llorones... me gusta en femenino, pero me estoy refiriendo al sexo “fuerte”.
Fuerte para gritar en campaña, poner los puños en alto y rugir desgañitados. Pero cuando pierden o no alcanzan el umbral se convierten en guiñapos o mártires peripatéticos, polifónicos, polimorfos, prosaicos, pomposos, grecocaldenses, redundantes, malandros, manipulativos, bipolares, bifásicos, bimodales, presocráticos y rimbomantes...
Ver para creer. Hace unos años Valencia Cossio acusó a Uribe de fraude y Uribe le dio en la jeta. Ahora Uribe pide vociferando “transparencia” y sostiene que se le perdieron 250.000 votos, como si fueran pepitas de maíz arrasadas por un vendaval. Villegas ocupa página entera de un periódico local rasgándose las vestiduras porque no alcanzó su silla preferida. En Buenaventura un politicastro conspicuo quiere quitarle la curul a un palmirano decente. Dilian, por debajo de cuerda, logró lo que le dio la gana.
Marta, la títere conservadora, acaba de descubrir que el sistema electoral colombiano es obsoleto, cuando no ha movido un dedo para modificarlo en todos sus años de política y puestos públicos... Zuluaga y Holmes claman justicia y honestidad en el conteo. Es para no bajarse del balcón y mirar esta danza de acusaciones, mentiras, pretensiones y soberbia... Los blancos se quedaron con el pecado y sin el género porque ni fu ni fa. No pasó nada con su blancura y sí se atornillaron indeseables enredados con parapolítica y otras cosillas. Ojalá las caras nuevas y las que han sacado la cara por este país, y repitieron, tengan las agallas de poner a cada cual en su sitio.
P.D. Respecto a Buenaventura, sería importantísimo, si es que en la Casa de Nariño y en los ministerios se conservan archivos, que se investigara cuánto dinero ha recibido el puerto, por ejemplo, desde la administración Turbay, pasando por las de López, Betancur, Pastrana, Samper, Gaviria, Barco, Uribe (bis) y la actual. Millones de millones... Más millones... Y pedir una rendición de cuentas a los gobernadores del Valle y alcaldes de las épocas... TODO robado, feriado, malgastado. En la total impunidad. ¿En qué se gastó toda esta billonada? ¿Quiénes se la robaron?
Menos mal que en esta ocasión ningún político puede tocar ni un solo peso. Ese método debería amplirse a otros departamentos saqueados desde Cristóbal Colón.