La paz debe ser con todos

Es un gesto de aplaudir del Ejército de Liberación Nacional, ELN, una agrupación guerrillera (la más antigua de Colombia) que si bien está disminuida y débil, aún tiene combatientes que deben dejar las armas si queremos un país en verdadera y completa paz.

Interesante que lo planteen como tema prioritario, sobre todo en momentos en que el país está a la espera de lo que pueda pasar con las negociaciones que se vienen adelantando en La Habana, una incógnita en la que están depositadas las esperanzas de muchos -por no decir todos- los colombianos.

Qué bueno sería que el presidente Juan Manuel Santos se decidiera e incluyera al ELN en la negociación, ya sea en la misma mesa (La Habana) o en otra paralela.

Así debe ser, pues la paz es una y por lo mismo no suena bien que se llegue a un acuerdo con las Farc y se mantenga en el monte a unos 2500 combatientes (ese es el cálculo que se tiene del número de elenos) los que fácilmente se podrían reproducir hasta consolidar nuevamente una guerrilla fuerte que es lo que hoy pretenden acabar.

Nicolás Rodríguez, alias Gabino, ha reiterado en numerosas ocasiones la disposición del ELN de entablar diálogos de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos, en paralelo con los que se adelantan desde noviembre de 2012 con la guerrilla de las Farc en Cuba, sin embargo, el Gobierno no ha sido respectivo.

Los colombianos no queremos más atentados contra la población civil, ni más secuestros y extorsiones. Queremos un país en el que se pueda vivir y trabajar en paz para generar progreso y desarrollo.

Colombia necesita la paz y tal vez nunca antes la hemos tenido tan cerca como ahora. Ya está la esquiva Farc sentada en la mesa y vemos a un ELN pidiendo diálogo, entonces no se puede desaprovechar esta oportunidad que además es histórica.