lunes, 21 de julio de 2025
Opinión/ Creado el: 2014-03-18 08:31

La exploración petrolera en la cuenca del río Las Ceibas

En Colombia no es nuevo lo que viene sucediendo y de manera particular en la cuenca del río Las Ceibas porque la construcción de la represa de El Quimbo sigue pesando en la memoria.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | marzo 18 de 2014

Al comienzo la mayoría de los gremios, la clase política y los mandatarios de turno, respaldaron y aprobaron la obra. Luego todos recularon, hasta el expresidente Uribe posando de oportunista, adjudicó la responsabilidad a los huilenses lavándose las manos para tratar de quedar bien con el pueblo y lo logró. Una de sus estrategias le funcionó tan bien que fue de las listas con mayor votación en el departamento del Huila, demostrando con eso que encabezamos el liderazgo a favor de las ideas retardatarias, corruptas y violentas.

La locomotora minero-energética se da gracias a la imposición del Gobierno Nacional por la demanda en el mundo por estos recursos. Los países del tercer mundo, entre ellos Colombia, no son ajenos a esta forma de generar ingresos a costa del deterioro del medio ambiente y de la propia vida de sus habitantes. Las naciones se comenzaron a mover hacia ese mercado producto de la demanda de países como China, Estados Unidos y otras naciones desarrolladas las cuales necesitan de los minerales para aumentar su productividad y la producción industrial. En Colombia durante los últimos tres gobiernos se acentuó la política extractivista generando impactos negativos en el ecosistema. Frente a la situación las comunidades, las organizaciones sociales, los gremios y la clase política arrastrada por el conjunto de la sociedad han dado muestras de sobreponer sus intereses a las perversas formas de explotación de la minería y la energía.

Esperamos que las experiencias de la hidroeléctrica de El Quimbo, donde pudo más la burocracia, las dádivas y las migajas recibidas por quienes estuvieron de acuerdo,  que la resistencia y la lucha de los campesinos agrupados en Asoquimbo, que no se han doblegado y persisten en denunciar las arbitrariedades ante las instituciones y organismos de control y vigilancia. La mayoría de las “ías” siguen demostrando que actúan con complacencia unas veces y otras a favor de las multinacionales. Son tantas las violaciones y atropellos contra el medio ambiente y las comunidades, que no les queda otra opción que aceptar las sanciones a regañadientes como en el caso de la Drummond en Santa Marta. Ahora nos toca seguir los pasos de los pueblos que lideraron la defensa del Páramo de San Turban en Santander y la consulta de Piedras en el Tolima con solo esas dos podríamos empezar.  

Debemos acompañar al alcalde de Neiva y al gobernador del Huila, quienes han expresado abiertamente su rechazo a la exploración petrolera, que inicia con su primera fase de estudios sísmicos y ya con solo estas actividades se comienzan a manifestar los efectos ambientales sobre una zona que ha sido catalogada por los organismos como de alta inestabilidad geológica. Ojalá que la comunidad, las organizaciones sociales y gremiales lideren esta lucha al lado de los mandatarios locales.