viernes, 18 de julio de 2025
Opinión/ Creado el: 2014-01-04 11:48

Injusticia

Los colombianos hoy tenemos la sensación de que la justicia no es para todos o que por lo menos hay algunos personajes -de comprobada mala reputación- que por su poder económico o por la intimidación que pueden ejercer, hacen lo que quieren.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | enero 04 de 2014

¿Cómo entender que una persona condenada a 37 años de prisión como responsable del delito de homicidio, siga teniendo privilegios pese a que Medicina Legal certificó que su estado de salud le permitía cumplir su condena en una penitenciaría?

Nos referimos explícitamente al caso de Enilce López, la popular Gata, quien inexplicablemente, por esas cosas que solo pasan en nuestro país, mantiene un poder casi sobrehumano, capaz de influir sobre millonarios contratos (chance de Sucre) y hasta en las decisiones judiciales.

Gracias a su poder y pese a la fuerte condena que le impusieron, la Gata solo ha pasado un par de semanas tras las rejas, pues los demás días ha estado en centros asistenciales, cuidada por enfermeras, médicos y visitada por su familia, generando millonarios gastos al Inpec.

Y no estamos hablando de una presunta homicida, estamos frente a una mujer culpable, contra quien pesa una condena debidamente ejecutoriada, que confirmó un tribunal y que la conmina a una pena de privación de la libertad de 37 años. Hoy podemos decir que estamos frente a una mujer que fue capaz de mandar matar a un ser humano y que por lo mismo es un peligro para la sociedad y debe estar en una cárcel.

Pero Enilce todo lo logra y todo lo puede. En los últimos días de 2013 un juez de Fusagasugá (no se entiende porqué instauraron allí el recurso) falló a favor de ella y ordenó al Inpec que su lugar de reclusión debía ser “a nivel del mar”, en una clínica de Barranquilla, muy cerca de su tierra, donde su poder es casi absoluto.

Extraña decisión, sobre todo porque no es acorde al dictamen de Medicina Legal que semanas antes ya había certificado que la enfermedad de la Gata no revestía gravedad y que por lo mismo podría cumplir su condena en una penitenciaría.

Por fortuna el huilense y hoy fiscal (e) Jorge Perdomo, anunció que revisarán los sustentos de la decisión que ordena su reclusión a nivel del mar.

“En el sentido en que la Fiscalía llega principalmente hasta lograr la condena de una persona, de ahí en adelante el proceso pasa a un juez de ejecución de penas, entonces eventualmente la Fiscalía no tiene mayor injerencia, esto no significa que la Fiscalía no pueda iniciar investigaciones si considera que se podrían haber presentado actos delictivos”, dijo.

El país espera que se haga justicia y que la Gata, como todos los que ente país cometan un delito, paguen de acuerdo al Código Penal. En Colombia no pueden haber condenados de primera y segunda, ni estratificados, simplemente son condenados que deben ser medidos con la misma vara.

Estamos seguros que en manos del fiscal Perdomo el caso de la Gata se enderezará, para bien de la imagen de la justicia.