Hoy en nuestra historia regional
Hoy es 7 de enero de 2014. El siguiente es el hecho más importante de nuestra historia:
Día de Palermo
En un día como hoy, pero de 1774, es fundada Guagua (hoy Palermo), según acta de constitución del poblado firmada por el arzobispo de Bogotá, Agustín Manuel Camacho y el virrey de Santafé, Manuel Guirior y Portal. No obstante, no se ha encontrado dicho documento. Según la monografía de Palermo publicada en la edición virtual de la Historia del Huila, “en 1690 ya se conocía este territorio con el nombre de Parroquia de Santa Rosalía de Guagua.Don Tomás Gregorio Alarcón fue quien dirigió los destinos espirituales de Palermo entre los años 1774 y 1798 y es considerado el primer cura de la Parroquia de Santa Rosalía de Guagua y tuvo la suerte de bautizar al, más tarde, prócer palermuno de la independencia, coronel Agustín Collazos”. Pero, se preguntan los autores de esta monografía: “¿Quiénes fueron los verdaderos fundadores del municipio?” Y se responden: “No lo sabemos con certeza. Sin embargo, las huellas que marcaron ilustres personajes dejan indicios y probabilidades de que fue el licenciado presbítero Francisco Triviño de Sotomayor. En el caso de este municipio no se puede hablar de una fundación propiamente dicha, el proceso se dio a partir de los asentamientos establecidos por las haciendas que mediante la dinámica de la producción fue evolucionando hasta aparecer el poblado. Las tierras fueron adjudicadas por la corona a los españoles, como pago por su participación en la conquista. Las tierras de Palermo, durante la época hispánica, fueron propiedad de Don Diego de Ospina y Medinilla, gobernador de la provincia de Neiva y capitán mayor de la audiencia. En Palermo, alrededor de la quebradas de Nilo, Guagua y el río Tune, existían grandes haciendas dedicadas a la agricultura, pero principalmente a la ganadería. Alrededor de éstas se reunía gran cantidad de indígenas, esclavos, terrazgueros o simples trabajadores; para descongestionar la casa de la hacienda, los dueños les permitían que construyeran sus chozas; así se formó la aldea; los dueños de las tierras, ayudaban a construir la iglesia y solicitaban un cura de almas, quien protocolizaba la fundación, si era favorable, o la destruía, si no le era conveniente”.