viernes, 18 de julio de 2025
Opinión/ Creado el: 2014-01-04 11:35

Hoy en nuestra historia regional

Camilo Francisco Salas Ortiz y Delimiro Moreno Calderón, de la Academia Huilense de HistoriaHoy es 4 de enero de 2014. El siguiente es el hecho más protuberante de nuestra historia en esta fecha:

Escrito por: Redacción Diario del Huila | enero 04 de 2014

Muerte  del gobernador  Diego de Ospina y Maldonado

En un día como hoy, pero de 1694, muere en Santafé de Bogotá el tercer gobernador de la Provincia de Neiva, Diego de Ospina y Maldonado, nieto del fundador de la ciudad y primer gobernador, Diego de Ospina y Medinilla; hijo del segundo gobernador de Neiva, Francisco Martínez de Ospina; hermano del también  gobernador de la Provincia, Jacinto de Ospina y Maldonado, quien lo sucedió en el mando a su destitución, y tío de otro  gobernador, Francisco Álvarez de Velasco y Zorrilla, quien sucedió a sus tíos... Como se ve, los Ospina gobernaron la Provincia de Neiva por cuatro  generaciones, durante todo el   siglo XVII. Diego de Ospina y Maldonado, cuya muerte, hace 320 años, conmemoramos hoy, fue el más destacado gobernante de la Provincia, después de su abuelo. Fundó pueblos y villas; aumentó el ya inmenso caudal de la fortuna  de su familia, la más poderosa de la Provincia de Neiva en el siglo XVII; protegió aborígenes contra  los  excesos de  los poderosos encomenderos payaneses, y apoyó a los  franciscanos contra el clero secular, acciones que le costaron su destitución por la Corona española, que lo confinó a  una encomienda de la Sabana de Bogotá, de dónde salieron sus descendientes, Mariano y Pastor Ospina  Rodríguez, a participar en la política colombiana en el siglo XIX, y asentados en Antioquia, a contribuir con su acción al florecimiento de esa región, para culminar con la presidencia de Mariano Ospina Pérez, nieto de Ospina Rodríguez, en el siglo XX. Ospina Maldonado, fundador de La Plata  y Purificación, intentó en varias  ocasiones adelantar gestiones para ser restituido en su cargo en Neiva, pero inútilmente, porque la Corona mantuvo en firme su destitución.