lunes, 21 de julio de 2025
Opinión/ Creado el: 2014-03-23 07:50

Hay límites

El país ha tolerado mucho, siempre pensando en que la prioridad es la anhelada paz, esa que hemos esperado durante algo más de 50 años y que ha sido esquiva por múltiples factores.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | marzo 23 de 2014

Nunca antes habíamos tenido una posibilidad como la que vemos en los diálogos de La Habana, un proceso que pareciera va por buen camino, gracias a la gestión de un Gobierno que asumió la paz como bandera, con resultados hasta ahora satisfactorios, por lo menos en el hecho que siguen sentados, discutiendo, escuchando y sorteando obstáculos.

En los últimos días se han oído voces que piden al Gobierno levantarse de la mesa, tildando a las Farc de irresponsables, de no estar jugando limpio y de faltarle al país.

Una bomba en Pradera, Valle del Cauca, y el crimen de dos miembros de la Policía, a quienes además torturaron -hechos registrados en Nariño- fueron los detonantes que motivaron un rechazo generalizado.

Pero en La Habana, sin decir que son ciegos o sordos, están tratando de mirar más allá, saltando sobre éstos enormes baches, siempre pensando que la prioridad es la paz de todo un país.

Pero todo tiene su límite y siempre hay una gota que rebosa la copa. En los últimos días se ha hablado de la posible llegada a La Habana del guerrillero Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, alias El Paisa, el sanguinario comandante de la columna móvil Teófilo Forero.

Se trata de un personaje funesto, cerebro y ejecutor de los actos terroristas que más le han dolido al país, como la bomba detonada contra el Club El Nogal de Bogotá que dejó 38 personas muertas; la masacre de los concejales de Rivera y el secuestro y posterior asesinato de los diputados del Valle, entre otros muchos hechos reprochables.

No se trata de un ideólogo, ni de un curtido luchador de una causa. Estamos frente a un terrorista que según la inteligencia militar se la pasa fusilando a sus propios ‘amigos’ por sospecha.

No tendría ninguna presentación y seguramente el país no toleraría ver a este personaje en la mesa de negociación.

En aras de la paz debemos ceder y aportar lo que esté a nuestro alcance, lo que no significa que todo sea válido. El proceso necesita de mínimos valores y esos no los tiene este personaje. Si El Paisa llega a La Habana, seguramente hasta la paz se aleja.