lunes, 21 de julio de 2025
Opinión/ Creado el: 2014-03-15 09:11

Formación, Carta Magna y Sociedad

Casi todo el mundo coincide en afirmar que la educación constituye no sólo un factor fundamental de desarrollo y un instrumento esencial de transmisión de experiencias culturales y científicas, sino que es la ruta ideal hacia el progreso.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | marzo 15 de 2014

Y tal vez, es por eso que hoy elementos como la globalización, la tecnología, y la sociedad de la información, hacen que las economías exijan cada vez más, el desarrollo de competencias profesionales que requieren un elevado nivel de estudios.

Las presiones sociales y las exigencias actuales del mercado han hecho que exista una diversificación y proliferación desmedidas tanto de los tipos de establecimientos, como de los tipos de educación y de los programas.  Esto puede deberse entre otras cosas, a la presión ejercida por la sociedad para responder al imperativo económico. 

Es decir, que es preciso hacer una lectura de los proceso de formación de la sociedad a la que estamos asistiendo.  Una sociedad que continuamente vive con expresiones de este tipo: “El mundo está loco”, “¿Qué hacemos con estos jóvenes?”, “¿Por qué tanta intolerancia?”, son algunas de las expresiones cotidianas más comunes en casi todas las esferas del mundo moderno.  

Es posible que haya muchas respuestas y explicaciones.  Probablemente estén escritas muchas tesis y teorías al respecto … pero me parece que vale la pena que pedagogos, gobiernos, Estado, orientadores y, por supuesto, la familia, convinieran espacios para deliberar y concertar sobre este tipo de problemáticas que aqueja, cada vez más, a niños, jóvenes y adultos.  Es decir, conviene exhortarlos a hablar de ciudadanía y a construir ciudadanía para generar cambios de actitud y de mentalidad. Volverlos partícipes del proceso que está en formación.

Colombia ha centrado su sistema de educación en aspectos como los derechos y los deberes; los mecanismos electorales y la estructura del Estado; y los fundamentos de la Constitución Política; descuidando temáticas como el respeto por el otro, el valor de la diferencia, el diálogo, la concertación, la civilidad, y la resolución pacífica de conflictos, entre otros.  

El argentino Carlos Cullen, experto en el tema, sostiene que es preciso fortalecer, en los niños y jóvenes, la capacidad de resolver conflictos por la vía del diálogo y de la argumentación de sus ideas.  Es urgente que aprendan a respetar a los otros, a llegar a consensos o disensos sobre la base de que todos piensan distinto, y a entender el concepto de participar, ojalá comenzando por la familia y la escuela.  Es decir, es indispensable que se aprenda a ser personas y  a convivir con nuestros semejantes en armonía con la naturaleza.  En otras palabras, es propender por un modelo que trascienda el hecho de aprenderse la Carta Magna … solamente. 

El Ministerio de Educación Nacional hace algún organizó el “Foro nacional de educación, formar para la ciudadanía es educar para la paz”, donde tuvo lugar un provechoso debate sobre la importancia de retomar los valores y fomentar ciudadanía.  Es un buen comienzo, pero se necesitan más actos y gestiones para que esta iniciativa no se quede en el camino como muchas otras nobles ideas.  Creo que es necesario establecer una programación que incluya planes, proyectos y propuestas viables y efectivas. 

No olvidemos que las sociedades que no forman en ciudadanía se convierten paulatinamente en focos de violencia, intolerancia, irrespeto, y delincuencia.  No en vano, el “bullyng” se convirtió en un problema nacional en el ambiente escolar. Y las razones son muchas y variadas, pero, por ejemplo, sorprende, el hecho de que siete de cada diez docentes colombianos ignoran la pedagogía sobre formación ciudadana, impidiendo que estudiantes y colegas tengan una cosmovisión de este tema. 

Estamos a tiempo de crear y re-crear una sociedad distinta, más desarrollada y más humana. Y en ello, es importante tener conciencia de aspectos más reales y menos simbólicos.  Creo que tanto simbolismo y culto a la bandera, a los himnos y a los próceres de la patria, no contribuye a crear ciudadanos más sensibles y colaborativos. 

En consonancia con esta situación, el gobierno acaba de anunciar que el BID otorgó a Colombia un crédito por 12 millones de dólares para desarrollar programas encaminados a formar en ciudadanía.  Ojalá se utilice para ello … pues, por ahí debe comenzar la ciudadanía.  La ciudadanía no puede continuar siendo importante o foco de atención en época electoral. Como viene sucediendo.  Entonces, ciudadanos para qué sociedad.