En primera vuelta
Es la diferencia entre presente y pasado. Mientras el autodenominado Centro Democrático no da pie con bola, y la izquierda y las cabezas de la Alianza Verde se ahogan entre sí jalándose de los pies, la dupla Santos y Vargas Lleras se está saliendo con la suya.
Y no precisamente por méritos. No hay que hacer mucho cuando los demás andan empeñados en autodestruirse. Y es que los descaches de los uribistas son de colección. Valga citar esa cuña de imitación que parece pagada por la oposición. La autocaricaturización invalida el mensaje mismo y contradice el sello de firmeza y de adustez que han querido vender durante todo este siglo. Es tal la confusión que uno sabe si reír...
Igual de contradictorio es el mensaje de Pacho Santos como antípoda de Petro. Descartada la figura de Uribe por los descalabros del pasado en Bogotá, generan con Pachito el mismo efecto, el de hacerle bien al contrario y generarle adhesiones por descarte o solidaridad.
Y para colmo, ante el creciente apoyo al proceso de paz, andan embolatados con su posición de crítica feroz a los diálogos que les resta votos y simpatías. Van contra corriente y sin brújula. La izquierda, más obcecada por sobrevivir o por mantener sellos particulares no crece, y difícil que lo haga luego del criminal atentando contra Aída Avella. “Inaceptable” dirá el presidente, como siempre… Y entre los verdes, la disyuntiva del apoyo a Petro y la terquedad de Peñalosa terminaron por desteñirlos.
En coche viajan Santos y su fórmula, Vargas Lleras. Reedición del clientelismo y la politiquería, pero hábiles en su comunicación política. Lo demuestran sus eficientes embelecos distractores como el mensaje presidencial sobre Venezuela que opacó el escándalo de corrupción en el Ejército, la “dura” posición ante las Farc para que no juzguen a militares y esa bandera despistadora y vendedora a la vez, de acabar con reelección y vicepresidencia y ampliar período de alcaldes. Como para que nadie hable de apellidos, centralismo y continuismo. Ganarán en primera vuelta…