El procurador DEBE defender la intimidad
Hablando de las chuzadas, el procurador dijo que las ilegales deben ser investigadas y sancionadas, pero los funcionarios públicos deben llevar una vida transparente para que cuando sucedan “no vayan a afectar la institucionalidad”, porque según dijo “la intimidad es un tema de arqueología institucional, se encuentra en los museos de historia constitucional”.
El procurador es práctico, pero olvida que la máxima “el que nada debe nada teme” no es un principio jurídico, la realidad es más gris. Hay actuaciones legítimas en lo privado que pueden estigmatizarse socialmente, incluso desatando procesos discriminatorios. Por eso existen espacios íntimos amplios y variables que sin ser ilegales se manejan con “pudor”, o pregúntenle al presidente si no preferiría que el incidente de los cuadros de Botero hubiese quedado en lo privado. Pero, sobre todo la institucionalidad que representan los funcionarios ya se afecta solo con violar su intimidad. Además, ¿por qué sancionar al invasor si la intimidad es pieza de museo?
En octubre sorprendió la columna del general Naranjo en El Tiempo, cuando elogiaba “el derrumbe de lo secreto” confundiendo espacios públicos y privados para justificar la intromisión del Estado. Pero las declaraciones del procurador escandalizan porque provienen de quién, según la Constitución, ejerce “la guarda y promoción de los derechos humanos, la protección del interés público y la vigilancia de la conducta oficial de quienes desempeñan funciones públicas”.
El procurador no tiene excusa para volver historia la intimidad. Ni siquiera su posible desconocimiento de aspectos tecnológicos o su aparente practicidad lo eximen de su obligación constitucional. Es su deber promover los derechos de los ciudadanos. Debería mejor trabajar en la actualización de la ley con las obligaciones de derechos humanos existentes para prevenir y castigar abusos e intromisiones ilegales. Sin duda, debemos repensar qué es hoy la intimidad (como por ejemplo en la obligación de suministro de información pública que suele rechazarse abusivamente en su nombre). Pero, procurador, existen documentos como “Los Principios Internacionales sobre la Aplicación de los Derechos Humanos a la Vigilancia de las Comunicaciones”. (https://es.necessaryandproportionate.org/text), que pueden ayudarle en su trabajo.