sábado, 19 de julio de 2025
Opinión/ Creado el: 2014-01-20 10:03

El datáfono del Señor

Las crean dizque para llenar el vacío espiritual que deja entre los seguidores de Cristo las fallas de la iglesia católica. Sin embargo, lo que está ocurriendo es algo más triste y muchísimo más desmoralizante.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | enero 20 de 2014

Son muchas de las iglesias que se hacen llamar cristianas, que reclaman libertad para interpretar las Sagradas Escrituras y terminan siendo vulgares negocios que benefician unos pocos bolsillos. Son aquellos que con gran capacidad dialéctica convencen a millones de personas afectadas por la desgracia o huérfanas de una guía espiritual que les permita darle sentido a su existencia.

Esas iglesias se convierten en jugosos negocios. Y es común ver en las sedes donde realizan sus ritos la presencia de datáfonos, donde los feligreses pagan sus diezmos o entregan sus donaciones. Donaciones que, por supuesto, los reciben pastores y auxiliares que quién sabe quién designó como representantes de Dios sobre la tierra. Con lo cual dejan de ser guías del más allá para transformarse en prósperos inversionistas en el más acá, convenciendo a la gente que al entregar su plata y sus bienes se ponen a paz salvo con el Creador.

Simonía llama el negocio de vender indulgencias que termina explotando desde salones de belleza hasta universidades, pasando por la política. Allí está por ejemplo la ‘Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional’. Con 850 templos en 45 países, la congregación de la cual es cofundadora doña María Luisa Piraquive es una próspera multinacional que basada en el nombre de Cristo, el apóstol de los necesitados, tiene en Colombia el Movimiento Independiente de Renovación Absoluta, el Mira del cual la hija de doña María Luisa, Alexandra Moreno, es figura principal.

¿Qué tiene que ver Jesucristo con la política colombiana, con los votos y el clientelismo? Vaya usted a saber. Lo cierto es que como el Mira, hay miles de movimientos cristianos vinculados a la política hasta con contratos donde se establecen compromisos para hacer o no hacer en las instituciones legislativas o de gobierno. Pregúntele al inefable don Roy Barreras lo que le ocurrió con la ‘Iglesia Misión Paz a las Naciones’ fundada por “El Apóstol Jhon Milton Rodríguez y su esposa la profeta Norma Stella Ruiz”, en su afán por asegurar los votos hace cuatro años.

Tan inmenso poder se traduce en arrogancia y estupidez que desdicen de ese Jesús que se sacrificó por el amor entre los hombres. Como las palabras de doña María Luisa.

Cristo no habló nunca de votos, ni de plata, ni de datáfonos. Ni se imaginó que existirían incautos dispuestos a entregar sus bienes a quienes se autoproclaman sus intermediarios y se enriquecen o montan partidos políticos en el nombre del Señor.