sábado, 19 de julio de 2025
Opinión/ Creado el: 2014-02-09 08:06

CONGRESO ILEGÍTIMO Y PERVERSO

Próximos a elegir un nuevo congreso, tenemos que afirmar sin elipsis que será, así haya algunas caras nuevas con financiación limpia de sus campañas, una criatura ilegítima y perversa parida por el establecimiento.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | febrero 09 de 2014

Financiada por la omnipresente corrupción  proveniente de las mafias de la contratación, del narcotráfico, del paramilitarismo, de las bandas criminales, y en fin de diversas prácticas delictivas como la compra de votos, el fraude y la trashumancia electoral que siempre afloran en estas épocas, ante la carencia de controles y la impotencia y negligencia de las autoridades que saben también que todo se vale para la obtención del poder político, que se pondrá por supuesto al servicio no del pueblo colombiano, sino de las mafias financiadoras y del gran capital privado, constituyéndose los congresistas en representantes de sí mismos y de los que les permitieron con el billete llegar al Congreso de la República.

Esa es la verdad monda y lironda de esta farsa electoral, donde si bien podrán salir elegidos candidatos limpios y bien intencionados que son una minoría, nada podrán hacer para no dejarse aplastar por la  gran mayoría de la clase política tradicional que se instalará en el próximo congreso, que no hará, -ni imbéciles que fueran- las reformas que requiere el país para depurar el ejercicio de la política, pues este el sistema pervertido que les permite seguir detentando el poder político para su propio enriquecimiento y el de los empresarios legales o ilegales que los financian. El mismo Fiscal general ya ha salido a denunciar financiaciones de las bandas criminales en zonas de su influencia, y el senador Juan Manuel Galán desplazado de la cabeza de lista del partido liberal por el proceso 8000, ha salido a alertar estérilmente sobre la presencia de la corrupción en la financiación de las campañas políticas, cuando ese es el sistema que tenemos entronizado a conveniencia del establecimiento para la elección de la clase política.

Nada se puede hacer para cambiar el torcido rumbo de las cosas, mientras no se haga una reforma política que no hará jamás el congreso, que establezca la financiación legal de las campañas por parte del Estado -que las viene haciendo ilegalmente  a través de los carteles de la contratación-, con una organización rígida de partidos y eliminación del perverso voto preferente, inclusión del voto obligatorio y  sanciones penales severas que podrían ir hasta la cadena perpetua para los delitos contra la administración pública.

Un congreso renovado e independiente seguirá siendo una quimera en Colombia, y por eso ganará terreno el voto en blanco, que lamentablemente no tiene una consecuencia depuradora efectiva en nuestra Constitución, pero sí servirá de protesta masiva ciudadana para exigir reformas de fondo  a través de una Asamblea Constituyente para establecer unas nuevas reglas de juego  que nos permitan elegir un congreso legítimo que no esté comprometido y al servicio de sus financiadores legales e legales como ocurre actualmente con grave perjuicio para la democracia y el pueblo colombiano que no se decide a reaccionar como ha ocurrido en otras latitudes ante sus sempiternos explotadores.