sábado, 19 de julio de 2025
Opinión/ Creado el: 2014-01-31 09:40

Ante el don sagrado de la vida (X)

En el último Capitulo de la Encíclica “El Evangelio de la Vida”, hace Juan Pablo II, una serie de aplicaciones prácticas para un aterrizaje en el vivir diario de las grandes verdades expuestas a lo largo de la Encíclica, como estilo feliz de “vivir la vida”, como celebración del Evangelio.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | enero 31 de 2014

Señala, que esto se logra, especialmente, “en la existencia cotidiana, vivida en el amor por los demás y en la entrega de uno mismo” (n. 86 a), dentro del espíritu al servicio enseñado ya por S. Pablo de “ayudarnos unos a otros” en este caminar a la luz de la fe (Gal.6,2) (n.88 a). Como exigencia de ese vivir está el realizarse dentro de la exigencia de no dejarse llevar a lo prohibido por Dios y la conciencia, y por ello, sin temor a las hostilidades o la impopularidad (n. 82 a), “ejercer la objeción de conciencia”, ante presiones contrarias a  ella (89 c).

Es de destacar que tiene la Encíclica un marcado tinte social, y,  de allí, los llamados, hasta el final, a dar “formas de animación social”, coninvitación a ello a toda la ciudadanía, y, en especial a  legisladores y gobernantes (n. 90 b). Pero ante leyes que no estén en esa línea sino de atroz facilitación de muertes de inocentes, dice rotundamente el Papa: “Una norma que viola el derecho natural a la vida de un inocente es injusta, y como tal no puede tener valor de ley”.  (n. 90 c). Dentro de líneas positivas, no podía faltar en esta enseñanza pontificia destacar la trascendental misión de la familia llamada a ser cuna de vidas y escuela de hijos bien formados, con atención amorosa a los ancianos, y “no tumba de hijos por nacer”. (n. 93ª) 94).

Como respuesta a las reiteradas y bien financiadas campañas abortistas, invita Juan Pablo II, al lado de revitalización de normas legales y constitucionales, al estudio y práctica de cuanto nos enseña en el “Evangelio de la vida”, y al empeño, así, de crear una soñada “ciudad de los hombres” (n. 101 a). FIN.