Los comunales
Por Tania Beatriz Peñafiel
Las juntas de acción comunal fueron creadas por medio de la Ley 19 de 1958 durante el gobierno de Alberto Lleras Camargo. Surgieron en un contexto marcado por el inicio del Frente Nacional y el interés del los gobiernos que hacían parte del pacto, por programas a través de los cuales se promoviera la participación de la comunidad en las políticas del estado y se lograra tanto la disminución de los costos de los programas sociales como la prevención de acciones violentas. La ley 743 del 2002 en su artículo 73 declara el segundo domingo del mes de noviembre como el día de la acción comunal, un espacio en el que se debe reconocer la actividad voluntaria y de liderazgo que se ejerce desde ese escenario.
Recordemos que las juntas de acción comunal son una organización cívica, social y comunitaria de gestión social, sin ánimo de lucro, de naturaleza solidaria, con personería jurídica y patrimonio propio, integrada voluntariamente por los residentes de un lugar que aúnan esfuerzos y recursos para procurar el desarrollo integral de su entorno y quienes lo comparten. En el Huila, teniendo en cuenta las de Neiva son más de 54 asociaciones de juntas de acción comunal activas, cuyos miembros trabajan de manera solidaria por sus regiones, se caracterizan por ser ciudadanos interesados en mejorar las condiciones de vida de sus comunidades, mujeres y hombres de diferentes edades, condiciones economicas, niveles educativos, que en común tienen una inigualable capasidad para servir a otros.
No podia dejar pasar esta oportunidad para resaltar la grandeza de aquellos que tienen su misión clara, por que es maravilloso ver como si se puen lograr cosas trabajando en equipo, como desde la base social se tiene claridad sobre el aprovechamiento de los recursos para que no solo lleguen donde deben llegar si no tambien para multiplicarlos, conozco experiencias en Saladoblanco, Pitalito, Neiva y claro Villavieja en donde las Juntas de acción comunal sirven de puente para la ejecución de recursos públicos desarrollando la tarea con el sello de bien hecho, dejandoles a muchos contratistas una lexión de honestidad.
Así se demuestra el poder que estas organizaciones tienen, para crear, para construir; la influencia que generan sobre sus poblaciones es mayúscula, por lo que los gobiernos deberían abrirse a espacios de debate, de consertación, de toma de decisiones y de ejecuciones; mantener un constante dialogo con las comunidades y trabajar de la mano con ellas, dejan un sello claro de transparencia.