jueves, 30 de octubre de 2025
Opinión/ Creado el: 2020-08-08 01:19 - Última actualización: 2020-08-08 05:07

La muerte,¿Y por qué no hablamos de ella?

Escrito por: Redacción Diario del Huila | agosto 08 de 2020

Por Adonis Tupac Ramirez Cuellar

“Bienvenida muerte, te esperaba de nuevo. Llegas inoportuna, glorificando el dolor”

¿ Cómo es el proceso de la muerte? ¿Para qué es la muerte?

Estas son preguntas casi nunca abordamos, que en nuestra niñez no nos explican, dando como resultado una programación cerebral de temor y tabú hacia la muerte.

No hablamos ni mencionamos la muerte, es tratada como un demonio, algo prohibido en muchas de nuestras familias, resultado de una herencia de la formación religiosa y cultural occidental.

En plena adolescencia nunca pensé en la muerte y nunca le tuve temor a mi muerte, era rebelde, insolente y arriesgado ( características comunes de esta edad), pero llego la muerte a mi puerta, a mis 13 años muere mi papá de un infarto (tenía 46 años), el momento más triste y duro de mi vida. Nadie me explico el significado de la muerte y cómo afrontar la perdida de alguien cercano.

En nuestra formación como  estudiantes de medicina, cirujanos especialistas  y cirujanos oncólogos, no nos hablan de la muerte, es un tema ausente y aprendemos de algunos pocos profesores que nos hablan de sus experiencias. La muerte en nuestra carrera está siempre asociada al fracaso y la perdida. Nos preparan para curar cuerpos, no para acercarnos al alma de nuestros pacientes; huimos de los pacientes terminales porque no tenemos ni la más mínima idea de cómo actuar con ellos, nos es difícil escucharlos, no sabemos que preguntar quizás por el sentido práctico que ya no hay una cura para ofrecer a su cuerpo, olvidando que ese cuerpo simplemente es un vehículo de su alma y que además hace parte de una familia; cuando entendemos eso, que el fracaso terapéutico es solo un escalón en el tratamiento integral porque aún tenemos que curar el alma y prepararlos para el viaje.

Después de cometer muchos errores, de equivocarme aprendiendo, he entendido que se debe hablar de la muerte como hablamos del nacimiento, como se prepara la llegada de un nuevo miembro de la familia, también deberíamos hacerlo para su partida; la muerte casi siempre es inesperada, inexplicable y nos deja con tantos “pendientes” y vacíos.

No le temo a mi muerte y  he tratado de prepararme para ella; la muerte de alguien de mi familia será muy dolorosa pero también me estoy preparando para ese momento, que aquellos pendientes cada vez sean pocos y que cuando se vaya alguno, solo queden sentimientos de agradecimiento por haberlos tenido y que ese amor que nos dimos nos ayude a superar la ausencia y venerar sus recuerdos.