La cuarta ola de la pandemia
Tania Beatriz Peñafiel España
Todo cambió. Sin tener tiempo para prepararnos nos vimos a inicios del 2020 inmersos en una situación inusual que obligó al mundo entero a transformar la manera de vivir, eso sin lugar a duda, deja secuelas en nuestro ser, huellas que también debemos aprender a enfrentar y a manejar; el primer paso no es otro que hacernos conscientes de su existencia.
Los efectos sobre la salud mental durante y después de la pandemia, han sido denominados la cuarta ola, según los expertos en Psiquiatría de la Universidad de La Sabana, esta será la de mayor duración y la más difícil de atender; la ansiedad, el estrés, la depresión se agudizarán y ya no estarán presentes en un segmento poblacional, se presentarán en la mayoría de la población sin diferenciar entre géneros o edades, estos meses de emergencia sanitaria han evidenciado en la gente un agotamiento emocional que ha alterado las funciones sociales, personales, laborales y familiares, disparando los cuadros de ansiedad y estrés producto de la pausa o cancelación de los proyectos de vida. El médico de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Konstantinos Petsanis, explicó mediante un comunicado que “solo el factor de preguntarse si uno es positivo por Covid-19 es como tener un estigma” y despierta ansiedad.
En lo corrido del año el Departamento ha registrado 262 casos de intentos de auto eliminaciones de los cuales más del 50% son menores de edad, Neiva ha registrado 10 suicidios, los adolescentes y personas jóvenes son el rango de edad que se ve afectada por esta conducta, no tener claro un futuro, la incertidumbre y la perdida de sensación de tener control sobre el entorno friccionan el bienestar mental en las personas, a mediano plazo los trastornos mentales serán un tema de primer orden, los gobiernos a través de sus programas de salud deberían estarse preparando para contrarrestar una crisis mayor.
De nuevo la responsabilidad sigue siendo de todos, por lo que en conjunto como sociedad todos debemos aportar, los especialistas de diferentes áreas de la salud dejan claro que una manera muy fácil de hacerlo es apoyándonos en las rutinas, parece aburrido pero realmente tener tareas claras, propósitos diarios, organización en los horarios y los hábitos como el de alimentarse lo más sanamente posible, hacer deporte y establecer metas de corto plazo pueden apoyar de una manera casi milagrosa a disminuir la ansiedad y con ella la depresión, factores de riesgo determinantes para gozar de una estable salud mental.