La crisis de la verdad en los medios

Luis Humberto Tovar Trujillo

Existen unos episodios recientes, que indican la crisis deplorable de la verdad; todos estamos obligados a decirla, de andar con ella para todas partes junto con nuestro ángel de la guarda.

Desafortunadamente ese patrimonio que nos entregaron nuestros antepasados, desafortunadamente se perdió, y hoy los grandes perseguidos son aquellos que tienen a flor de labios la verdad, quienes se han convertido en apóstoles de la verdad.

Hoy la mayoría de los medios, se han convertido en apóstoles del delito, de la mentira, defensores ni siquiera de oficio, de los delincuentes, pagados por ellos, con dineros generalmente de procedencia ilícita, en fin, defensores de la más ruin delincuencia.

Hubo dos episodios lamentables recientemente; de un lado, el supuesto debate que le hicieron en el senado los congresistas amigos del delito al ex fiscal Néstor Humberto Martínez, y en defensa del narcotraficante Santrich; y el otro, la entrevista que le hizo en la doble W la recicladora de delincuentes Maria Jimena Dussàn, sobre el mismo tema.

El congreso y el periodismo aliados por la misma causa.

Recientemente en las elecciones de los estados Unidos, se demostró que las encuestas y los medios de comunicación, pasaron de moda y fueron sustituidos por las redes sociales.

Hasta en temas relacionados con la pandemia del coronavirus, generalmente le piden a la gente que ni siquiera enciendan el televisor, porque estos se convirtieron en las agencias del miedo, del terror y del pánico.

Me dicen los médicos que, sí saben de esto, que no son agentes de las farmacéuticas, que este es un virus inventado en los laboratorios chinos; que virus han existido tres mil años antes de Cristo, y que ataca solamente a las personas que encuentra con patologías anteriores, sumado al miedo que infunden los medios afectos a las farmacéuticas, les bajan las defensas y los hacen sus víctimas.

Por otro lado, la Dussàn, hace una supuesta entrevista  al ex fiscal Martínez, donde sale mal librada, por varias razones, demasiado odio al entrevistado, no deja hablar, no deja hacer claridad sobre las razones de sus actuaciones, en todo momento busca como encubrir a Santrich y a sus comilitones del congreso, a Santos desde luego, en fin, una vergüenza de entrevista, porque es la negación del periodismo, mucha falta de rigor periodístico, y queda claro que, no oculta su tendencia morbosa en la defensa del delito y sus delincuentes.

Mal presagio para una emisora y unos contertulios que de alguna manera son afortunados periodistas como Maria Isabel Rueda.