lunes, 21 de julio de 2025
Huilenses en el Mundo/ Creado el: 2014-01-11 01:20

El abrazo de la libertad es el premio más grande que existe”

En Saladoblanco nació Herbin Hoyos Medina, creador y realizador del programa “Las voces del secuestro”, que se emite todos los domingos por Caracol Radio. Las amenazas contra su vida le obligaron a exiliarse en Madrid desde 2009. Este periodista y reportero de guerra ha recibido más de 84 premios y reconocimientos en todo el mundo.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | enero 11 de 2014

Su voz es una de las escuchadas en el país; su rostro uno de los más conocidos en Iberoamérica y su trabajo en favor de las víctimas del secuestro en Colombia, uno de los más premiados en todo el mundo: Herbin Hoyos Medina, director del programa “Las voces del secuestro”, nació en Saladoblanco y reside en Madrid (España) desde hace cuatro años.

Cada domingo, el programa “Las voces del secuestro” -que se emite desde la media noche y hasta las seis de la mañana por Caracol Radio-, es el único medio a través del cual, familiares y amigos pueden enviar esperanzadores mensajes de aliento a los secuestrados en Colombia.

Esta iniciativa radial nació hace 19 años, cuando un giro del destino dio vuelta a la vida de Herbin. Una noche, mientras conducía su programa “Amanecer en América”, dos personas se presentaron reclamando un supuesto premio. En realidad, eran guerrilleros de las Farc y el episodio terminó convertido en su secuestro que duró 17 días, hasta que fue rescatado por el Ejército Nacional de Colombia.

Durante su cautiverio conoció a Nacianceno Murcia, quien llevaba dos años secuestrado. Tenía un radio pequeño y la primera vez que lo vio, encadenado y descalzo, cubierto con un plástico, estaba oyendo Última hora, de Caracol. “Me preguntó que a qué me dedicada. Le dije que conducía el programa “Amanecer en América”. Dijo que me escuchaba y me preguntó: ¿por qué los periodistas nunca hablan de nosotros los secuestrados? Le respondí: si me liberan, le prometo que incluiré en mi programa una sección dedicada a los secuestrados”.

Promesa cumplida

Tras una persecución de 13 días, Herbin fue liberado. Salió mallugado y herido, las uñas de sus pies se habían desgarrado, pues los guerrilleros le obligaron a caminar descalzo por la selva cuando el campamento fue encontrado”, recuerda. Después de unos segundos de silencio retoma la conversación para contar que el 10 de abril de 1994 cuando los micrófonos del programa se abrieron nuevamente, además de contar su experiencia, anunció que a partir de ese momento el programa dedicaría un espacio a los secuestrados”. Promesa cumplida.

La primera noche recibieron 40 llamadas de personas que tenían algún familiar o amigo en cautiverio. Al mes fueron 200 y a los seis meses 400. “La gente empezó a perder el temor de hablar del secuestro en Colombia”, comenta. El programa comenzó a ganar cada vez más espacio. Y esa sección, que arrancó siendo de una hora, muy pronto se convirtió en un programa de seis horas.

Con las llamadas y los testimonios recibidos se fue conformando una de las bases de datos más completas del secuestro en el país. “Llegamos a contabilizar 16.000 casos de secuestrados. De ellos, me he dado ‘el abrazo de la libertad’ con más o menos once mil”, explica este periodista egresado de la Universidad Complutense de Madrid.

Uno de los primeros lugares que visitan los liberados es el programa "Las Voces del secuestro". Además de tener la oportunidad de expresar su gratitud por haberles mantenido viva la esperanza y no dejarles morir en cautiverio.

En primera persona

Herbin Hoyos ha vivido muy de cerca el conflicto armado colombiano. Además de haber sido víctima de plagio, durante su infancia también fue testigo de la llamada violencia partidista. La experimentó junto a su familia en la vereda El Diamante –zona rural del municipio de Saladoblanco-.

Los enemigos eran sus propios vecinos o amigos. Todos tenían que andar armados, sus padres con revólveres o escopetas y sus hermanos y él –el mayor- con navajas. Debían defenderse. “Curiosamente fue mi madre la persona que me enseñó a disparar un arma, primero para ahuyentar a los ladrones de ganado que proliferaban en esa época y luego para proteger mi vida”.

Cuando Herbin tenía 11 años sus progenitores tomaron la decisión de abandonar el pueblo y trasladarse a Saladoblanco. Fue un día que la guerrilla llegó a la escuela para reclutar forzosamente a algunos niños de la región y se llevaron a unos primos suyos. “Ese día me salvé porque le había pedido permiso a la profesora para ir al baño, que en esa época quedaba alejado de las casas”. Unos pocos minutos lo salvaguardaron de una vida como guerrillero, sus primos no tuvieron la misma suerte.

Pero en Saladoblanco no encontraron la tranquilidad que buscaban. Su madre sufrió un atentado y tuvieron que huir de nuevo dejando botado todo lo que tenían. Aunque la situación económica no eran tan difícil para ellos “el verte obligado a abandonar tu casa, tu espacio, tu escuela, tu vida produce un desarraigo doloroso. Se pierde mucha identidad y el campesino colombiano se siente orgulloso de lo que es”.

Mientras Herbin relata su experiencia es imposible no recordar parte del argumento de la película “Los colores de la montaña”, dirigida por Carlos César Arbeláez. La historia de Manuel, su protagonista, es la de muchos niños colombianos que han tenido que afrontar y convivir con la violencia en primera persona en un conflicto armado que suma más de cinco décadas.

Pasión por la radio

La radio ha sido una de las pasiones de Herbin Hoyos desde niño, “yo no jugaba a ser policía o superhéroe, jugaba a la radio”. Tendría unos cinco años cuando conoció la emisora Colosal Estéreo en Neiva. Era la primera vez que veía un estudio y su madre se vio en apuros para sacarlo de ahí. “Me agarré a la pata de una mesa y me puse a llorar. Cuando llegamos a la casa desbaraté el radio para saber dónde estaban los que hablaban”, cuenta entre sonrisas y añade “la radio fue mi primer refugio”.

Sus inicios fueron en Radio Sur y Preferencial Estéreo, emisoras laboyanas. Después, cuando llegó el momento de estudiar la profesión lo hizo en Bogotá en el Colegio Superior de Telecomunicaciones y en la Universidad “Los libertadores”.

Una beca de la Agencia Española de Cooperación Internacional le permitió estudiar en España. Esta experiencia le aproximó al conocimiento de otros conflictos internacionales, que junto al colombiano, han marcado su profundo interés por investigarlos y cubrirlos periodísticamente, convirtiéndolo en reportero de guerra.

Ejerciendo esta labor ha estado en la guerra del Golfo Pérsico, en la guerra de Bosnia Herzegovina - Sarajevo; Kósovo, Pristina, Belgrado, Sierra Leona y Chechenia. En septiembre de 2002 realizó el cubrimiento de la Intifada entre Israel y Palestina donde realizó una entrevista "exclusiva" al presidente Yaser Arafat en medio del bombardeo por parte de Israel.

Por esta labor incesante y comprometida Hoyos ha obtenido más de 84 premios y reconocimientos nacionales e internacionales entre ellos varios Simón Bolívar, en Colombia y otros tantos en España como el Premio Ondas, en 2008, el Premio Internacional a la Libertad de Prensa Extranjera, en 2009 y el Premio a la Tolerancia, en 2010. Sin embargo, “el abrazo de la libertad es el premio más grande que existe”.

Herbin fue el único periodista colombiano en la invasión de Estados Unidos a Irak. Desde allí transmitió en directo para Caracol de Colombia y dieciséis cadenas de Radio y Tv de América Latina.

 

Por: Diana Manrique Horta y