“Madrid ha sido un lugar lleno de oportunidades”
Hilda Mosquera Torres vive hace 10 años en Madrid. La capital española le ha permitido a esta laboyana de 32 años, ejecutiva en marketing del Grupo Prisa, encontrar su lugar en el ámbito profesional y laboral, pero sobretodo personal, pues una buena parte de su satisfacción se encuentra en la oportunidad de haber conformado una familia al que ha llegado recientemente su hijo de apenas 10 meses.

Aunque Hilda Mosquera Torres llegó a Madrid un verano de 2003 ya había estado aquí antes. Lo había hecho en uno de los recorridos imaginarios que solía realizar la hermana Ana, en su clase de geografía, en el colegio La Presentación de Pitalito. Por eso, cuando caminó por el Paseo de Prado o estuvo frente a frente con Las Meninas, la obra de Velásquez, tuvo la sensación de que aquello no era un hallazgo, sino un reencuentro.
“Para mí fue fundamental la clase de la hermana Ana que siempre nos decía: ‘chicas, allá afuera hay más vida por vivir’. Cuando llegaba a clase nos decía: ‘hoy cogemos un avión y nos vamos para…’. Recuerdo el día que hablamos de Madrid. Una de las paradas imaginarias fue en el Museo del Prado. Nos dijo: ‘No podemos irnos de aquí sin conocer Las Meninas’. Cuando llegué a Madrid una de las primeras cosas que hice fue ir a conocer ese cuadro. Fue un momento maravilloso para mí”, cuenta emocionada esta comunicadora social, experta en Marketing que trabaja actualmente en el Grupo Prisa.
El paso por el colegio fue decisivo en la vida de Hilda. De hecho, es uno de los momentos a los que más le dedica espacio en esta entrevista que responde tranquilamente, en una cafetería del centro de Madrid, mientras bebe sorbos de un batido de fruta. “La hermana Ana influyó tanto en nosotras que muchas han salido a conocer ese mundo que ella nos acercaba a través de la imaginación y hoy residen fuera del país”.
Descubriendo el poder de la comunicación
Pero no todo era ensoñación. Los domingos era el momento de acercarse a la realidad. En el barrio El Porvenir se daban cita profesora y alumnas para prestar servicios sociales y echar una mano a quienes más lo necesitaban. Esta experiencia inquietó mucho a la adolescente de entonces, quien no dudó en involucrarse de lleno cuando supo que se pondría en marcha el proyecto “Mi ilusión”, liderado por la Fundación para la Investigación y el Desarrollo de la Educación Especial (Fides).
“Cuando hacía el grado 11 llegó al colegió el periodista Alejandro Muñoz Garzón, director del programa ‘Usted qué haría’. Estaba buscando voluntarias para formar parte de ′Mi ilusión′, una iniciativa de Fides que buscaba visibilizar la discapacidad en las áreas rurales del país”, cuenta.
El conocer esta situación más de cerca hizo que Hilda tomara la decisión de estudiar comunicación social y periodismo. Rellenó el formulario inscripción de la Universidad Javeriana que un tío político le compró.
“Éramos seis en la sala y cuando los escuché hablar con tanta desenvoltura sobre su paso por algunos medios. Mi única experiencia era la del colegio. Cuando llegó mi turno, les dije que a través de ‘Mi ilusión’ había comprendido el poder de la comunicación para visibilizar una problemática”. El relato de esta vivencia fue suficiente para ser aceptada.
“No me lo podía creer. Ese mismo día recorrí la universidad y me encantó, tanto como me gustó Bogotá. Supe que quería estar ahí y empecé a buscar soluciones para los temas económicos”. La carrera se la pagó con un crédito del Icetex, su madre y abuelos le ayudaron con el alquiler y ella se convirtió en la “cookie girl”, pues vendiendo las galletas de la tía de una amiga, se pagó el transporte, la comida y los gastos de la universidad durante toda la carrera.
Ese espíritu recursivo hizo que Hilda se encarrilara muy pronto en los medios de comunicación, especialmente la televisión. Empezó a hacer locuciones para Canal Capital y algunos anuncios radiales. También se vinculó a Javeriana Estéreo y se convirtió en la presentadora del programa “Con los pies en la tierra” de Señal Colombia, que se emitía los fines de semana.
También trabajó en el programa “En Vivo” y luego empezó a cubrir orden público y conflicto armado en el noticiero “Hora Cero”. “Esa época fue muy cruenta para el país. Yo debía hacer los resúmenes informativos con las cifras de muertos cada día. Las imágenes que debía ver para documentarme eran terribles”, relata.
Destino España
Justo en ese momento y como una de esas “coincidencias celestiales”, como las llama Hilda, surgió la oportunidad que la acercó a España. Las prácticas oficiales de la carrera las realizó como asistente de comunicación la Fundación General de la Universidad de Salamanca en Colombia, cuya sede se encuentra en Bogotá.
Esa experiencia la hizo pensar en la posibilidad de dar el salto a la península ibérica. Pero de nuevo se encontró en una coyuntura complicada. En Colombia empezaba a recibir buenas y diversas ofertas laborales, pero ella pensaba que afuera podía seguir creciendo profesionalmente, además, su novio ya estaba radicado en Madrid.
“España y Bogotá eran mis dos horizontes profesionales, pero sólo en uno de ellos me esperaba la persona que amaba. Dejé de darle vueltas y arranqué”. Hoy, Javier Castro su novio de entonces, es su esposo y padre de Santiago, su hijo de 10 meses.
El verano de 2003 Hilda llegó a Madrid para encontrarse con Javier, pero también para estudiar una especialización en la Universidad Complutense. “El cambio fue radical, pues llegué en una estación en la que prácticamente la ciudad está desconectada de todo”, recuerda. Empezó a buscar lugares para hacer prácticas, pero se dio cuenta de que no iba a ser tan fácil, “en Bogotá tardé cinco años en adquirir experiencia, mientras que aquí acababa de llegar”.
Comprendida esta situación, las alternativas fueron como la de muchos inmigrantes: buscar trabajo en lo que fuera. Lo intentó como camarera, pero no fue buena idea. Luego se hizo azafata de congresos y por ese lado consiguió llegó la estabilidad laboral. “Mi jefa se enteró de que en la empresa quedaba una vacante libre como Ejecutiva de Congresos y me recomendó”.
Abierta esa puerta, empezaron a abrirse otras, como las de la empresa de servicios financieros Money Gram, donde se desempeñó como coordinadora de marketing y, desde 2009, las del Grupo Prisa, donde llegó como becaria del máster en Dirección de Marketing de la ESIC: Business & Marketing School. Actualmente su trabajo se centra en el marketing digital y en la búsqueda de nuevas estrategias de negocio para las empresas del holding entre las que se encuentra el diario El País.
“Mi paso por Prisa ha sido extraordinario. Me siento plena de estar realizando un trabajo que me gusta y al que le he dedicado muchas horas de formación”. Ahora que Hilda observa de nuevo en perspectiva piensa que siempre fue más comunicadora que periodista. Una comunicadora que ha entrado en la que considera una de las etapas más maravillosas de su vida: la de la maternidad.
“La llegada de nuestro hijo nos ha cambiado mucho”. Seguramente esa es una de las ideas por la piensan que es el momento de definir en donde quieren que su hijo crezca. “España ha sido un país de oportunidades para nosotros. Es el sitio de nuestra consolidación profesional, pero en Colombia está nuestra familia. Yo quisiera que mi Santiago tenga la misma suerte que tuve yo de crecer rodeada del cariño de los míos”, concluye con voz entrecortada.
“La hermana Ana influyó tanto en nosotras que muchas han salido a
conocer ese mundo que ella nos acercaba a través de la imaginación y hoy residen fuera del país”.
“Madrid y Bogotá eran mis dos horizontes profesionales, pero sólo
en uno de ellos me esperaba la persona que amaba”.
Por: Diana Manrique Horta y