lunes, 21 de julio de 2025
Huilenses en el Mundo/ Creado el: 2014-01-10 10:39

“Llegué a la televisión porque tenía que llegar”

-Víctor Javier Solano llegó a Estados Unidos en 1995 para estudiar inglés por seis meses, pero completa ya 18 años. Casi desde el primer momento en que pisó suelo norteamericano las oportunidades no han parado de llegarle a este periodista nacido en Palermo

Escrito por: Redacción Diario del Huila | enero 10 de 2014

-Tras su paso por CBS  Telenoticias, en Miami y Telemundo, en Chicago y Nueva York, es actualmente el presentador del noticiero del fin de semana de Univisión en la Gran Manzana y el creador de la sección "Acá entre nos", por la que obtuvo un Premio Emmy en 2007.

Víctor Javier Solano forma parte de ese grupo de periodistas colombianos cuya sólida carrera en el país, les ha permitido trabajar en uno de los mercados con mayor proyección laboral en el ámbito de los medios de comunicación de Estados Unidos: la televisión hispana.

Su paso por los noticieros del Mediodía, de las 7, TV Hoy y QAP, así como los cuatro premios de periodismo "Simón Bolívar" (1992, 1993, 1995, 1996) obtenidos por abordar sonados casos de corrupción en el país, avalan la impecable trayectoria de este periodista nacido en Palermo y criado por un triunvirato femenino conformado por su madre, tía paterna y abuela materna.

Junto con el de Ángela Patricia Janiot, el de Solano, fue uno de los primeros rostros colombianos con los que empezaron a familiarizarse, desde hace poco más de dos décadas, los televidentes hispanos en Estados Unidos, país al que llegó para estudiar inglés por seis meses y donde completa ya 18 años.

Tras su paso por CBS Telenoticias, en Miami y Telemundo, en Chicago y Nueva York, Víctor Javier es actualmente el presentador del noticiero del fin de semana de Univisión en la Gran Manzana, donde además realiza notas como reportero, lo que le permite estar en contacto con las expectativas y necesidades de la creciente comunidad hispana en el área metropolitana.

Egresado de la Inpahu, Solano, afirma que parte de toda sus gratas y satisfactorias oportunidades en los medios de comunicación colombianos y estadounidenses le han llegado por encontrarse en el lugar preciso y en el momento justo.

Triunvirato femenino

"Mi vida fue la de un muchacho que creció en un lugar humilde", asegura. Su padre, Rafael Solano, que había sido alcalde de Palermo (en dos ocasiones) y Teruel, murió cuando él tenía apenas seis años. La muerte de su progenitor y ver a su madre asumir toda la carga del hogar -con ocho hijos- marcaron su vida para siempre.

A pesar de la nueva situación de su familia nunca faltó lo básico. "Mi madre consiguió trabajo como secretaria del Concejo municipal y en casa mi abuela materna cuidaba de nosotros, mientras mi tía paterna asumió la administración de un pequeño negocio de familia", cuenta Víctor Javier con profunda nostalgia mientras recuerda, la suya, como una niñez y una adolescencia tranquila, que transcurrió en un ambiente sano, familiar, cercano y rodeado de estas tres mujeres que se convirtieron en su soporte vital.

"En la casa todo el mundo fue al colegio y todos tuvimos la oportunidad de ir a la universidad. Mi mamá nos dio el empujón económico y anímico, siempre nos recalcaba la importancia del estudio. Verla  esforzarse por criarnos lo mejor posible fue una gran motivación en mi vida", afirma este bachiller del Colegio Nacional San Juan Bosco quien, como la mayoría de los muchachos de la época, primero quiso ser médico.

"Cuando niño soñaba con ser doctor, luego quise psicólogo, pero había algo que me jalaba siempre hacia los medios". Víctor J. no sólo pasaba los ratos enteros viendo las noticias o asistiendo a eventos donde casi siempre había alguien con un micrófono en la mano contando lo que sucedía en el lugar, también fue el artífice del primer periódico del colegio, Boletín Estudiantil, en cuya primera edición publicó una entrevista con el rector de entonces, el profesor Jorge Arturo Ríos. Por eso, aquel jovencito que no se perdía los noticieros de Arturo Abella, Darío Silva, Alberto Piedrahita o Virginia Vallejo tuvo claro muy pronto a qué quería dedicarse en la vida.

Siguiendo el ejemplo de sus hermanos mayores su destino fue Bogotá. A su madre no le sentó muy bien esta decisión ya que se había convertido en un apoyo importante para ella, pues durante varios años fue el encargado de ir hasta Neiva para surtir el negocio familiar. "¡Me le rebelé a mi mamá!", exclama sonriente. Afortunadamente, 26 años después de una imparable carrera ha podido demostrarle con creces que su emancipación mereció la pena.

 En Bogotá

Como muchos jóvenes en Colombia, Víctor Javier Solano accedió a un crédito del Icetex para pagarse la carrera y trabajó para mantenerse durante el tiempo que esta tardara. Empezó como mensajero en una fábrica de aparatos electrónicos en el barrio Teusaquillo, pero rápidamente lo delegaron como asistente de almacén. Allí permaneció hasta que se graduó.

"Un compañero y yo éramos los más jóvenes de la clase pues estudiábamos de noche y eso te da un panorama diferente. Además, la responsabilidad de trabajar y estudiar, incluso los fines de semana, contribuye a forjar el carácter de una persona". El de Solano es el terminar lo que se empieza o en sus propias palabras: "Llegar al destino". Por eso, casi inmediatamente como recibió el título de periodista emprendió una ingente búsqueda de trabajo.

Su primera oportunidad fue como becario en Todelar Radio al lado de Jairo Pulgarín. Aunque como experiencia estuvo muy bien necesitaba empezar a ganar dinero. El primer trabajo en firme lo realizó en uno de los noticieros más prestigiosos y recordados de la televisión colombiana: el Noticiero de las 7.

Le ofrecieron una corresponsalía en el Eje Cafetero, pero justo cuando fue a firmar el contrato le brindaron la oportunidad de quedarse en Bogotá como coordinador general del mismo. "A mí me sonaba a un cargo muy grande, pero no, sencillamente fui el encargado de manejar la logística dentro del noticiero, es decir, debía revisar que las historias estuvieran editadas, llevarlas hasta Inravisión y organizar un poco todo", explica.

La pasión de Víctor Javier por la reportería hizo que le permitieran cubrir noticias muy pronto. El Noticiero de las 7 fue su primera y gran escuela, una que le marcó profundamente. Después se abrieron las puertas de los noticieros del Mediodía, TV Hoy y QAP. En este último trabajó bajo la orientación de un excelente grupo de periodistas, entre ellos, el escritor Gabriel García Márquez. Era un lugar soñado para cualquier reportero y él se sentía privilegiado.

"En ese tiempo en Colombia existía un periodismo más plural. Aunque todos los noticieros estaban casados con un partido político se permitía realizar y cubrir informaciones con enfoques diferentes. Y, por ejemplo, a mí nunca me dijeron esto es lo que tienes que decir, ni nunca me impusieron los temas", destaca.

El resultado de su primera asignación investigativa fue un sonado escándalo de corrupción oficial, que provocó el arresto del alcalde de Bogotá, Juan Martín Caicedo Ferrer y una docena de concejales de la capital colombiana. Este trabajo y otros similares, le merecieron a Víctor Javier cuatro Premios Nacionales de Periodismo "Simón Bolívar".

Durante el ejercicio de su profesión en Colombia, Víctor Javier cubrió algunos de los hechos forman parte de la historia del país como el asesinato de Luis Carlos Galán, la bomba del avión de Avianca o la bomba del DAS. "Aunque  estar en el lugar donde se genera la noticia te convierte en un testigo excepcional, este tipo de situaciones termina permeando tu vida, entras en estado de tensión, de nerviosismo. Yo empecé a desarrollar alopecia areata, es decir, se me caía el cabello por zonas".

Esta situación y la sensación de que no terminaba de pasar nada contundente en lo referente a los casos de corrupción que aparecían día tras día en el país, le hicieron pensar en la opción de ir al extranjero en búsqueda de opciones de formación. Durante ese tiempo se hacía cada vez más evidente que los conocimientos en inglés abrían puertas, así que decidió dar el salto a Estados Unidos.

Amigo de los cambios

Washington fue la ciudad escogida para este propósito, pero casi tan pronto como aterrizó, desde QAP empezaron a pedirle colaboraciones y terminó siendo el corresponsal del noticiero hasta que cerró el 31 de diciembre de 1997.

Un día, mientras trabajaba como freelance para CBS Telenoticias le llamaron desde la sede de Miami para convocarlo a un casting. La prueba era para hacer un reemplazo como presentador de noticias por un periodo de tres meses. Al otro día le dijeron que el trabajo era suyo. Así se convirtió Víctor Javier Solano en presentador de noticias.

"Estando en CBS Telenoticias me contactaron de Telemundo Chicago y me fui a vivir allí. La empatía con el equipo de profesionales de la cadena y la audiencia fue absoluta, la gente te siente muy próximo porque tu entras en sus hogares cada noche, así que tu rostro termina siendo familiar para ellos", afirma.

Cuatro años después, una nueva propuesta llegó desde Telemundo Nueva York y luego de tres años, otra más, esta vez desde Univisión donde trabaja desde 2006 como presentador del noticiero del fin de semana. Asimismo, ha sido el creador del segmento "Acá entre nos", que pone de relieve la escena cultural local en el área metropolitana y por el cual obtuvo el Premio Emmy en 2007, otorgado por una serie de reportajes sobre la protesta de un vecindario de Harlem, ante el inminente cierre de una Iglesia católica, debido a la crisis económica de la arquidiócesis de N.Y.

Pese a que la comunidad hispana en Estados Unidos está conformada mayoritariamente por mexicanos, lo que hace evidente la presencia de sus conciudadanos en las cadenas de televisión en español, Solano se ha sentido aceptado, querido y respetado. "Al final lo que valora la gente de ti es tu profesionalidad, no tu acento", subraya a la vez que destaca que este país le ha ofrecido muchas oportunidades, todas enriquecedoras.

Sin embargo, para este colombiano, nacionalizado estadounidense, casado con brasileña y padre un hijo que se ha criado en España, el lugar de sus raíces está en Palermo, en el Huila. "Siempre se extraña el sitio donde naciste, el lugar donde te criaste, donde está tu familia, tus amigos de la infancia, de la juventud. Siempre llevas en el corazón y en tu memoria las tradiciones, los olores del campo y los ritmos de sanjuaneros en las fiestas de San Pedro". En su opinión, estas son las experiencias que dejan una huella imborrable.

Por: Diana Manrique Horta y