lunes, 21 de julio de 2025
Huilenses en el Mundo/ Creado el: 2014-01-11 12:32

“Cuando te superas a ti mismo es un motivo de satisfacción”

Madrid es la ciudad en la que el laboyano José Julián Javela González ha podido ejercer su pasión: la neurociencia. El trabajo experimental en la búsqueda de una alternativa para controlar las crisis epilépticas sin el uso de fármacos, ha hecho merecedor a este investigador de la Universidad Complutense de Madrid, del premio de la Real Academia Nacional de Medicina a la mejor tesis doctoral de medicina en España en 2012.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | enero 11 de 2014

“A mi padre, quien sin saberlo inspiró mi deseo de conocer el mundo de las neurociencias”. De esta manera, José Julián Javela González agradece, en la presentación de su tesis doctoral, a la persona que motivó en él su deseo de profundizar en el estudio del comportamiento humano.

Ver a su padre aquejado constantemente por intensos dolores de cabeza, que le obligaban a permanecer mucho tiempo en el hospital, hizo que este psicólogo de 33 años, anhelara desde muy niño estudiar algo relacionado con el cerebro, algo, que le ayudara a comprender qué sucedía con don Pedro Nel.

Tal era su deseo por encontrar respuestas, que recuerda con claridad las palabras que, con apenas cinco años le dijo antes de que éste muriera: “Papá, yo voy a aprender y voy a saber qué le produjo esto”.  Si bien, su progenitor murió a causa de un tumor cerebral, resultado de un golpe en la cabeza, para José Julián, incursionar en el área de la neurociencia le ha permitido entender con mayor claridad y base científica lo que sucedía con su padre hace 23 años.

Este laboyano de nacimiento y neivano de adopción, ha elegido la investigación como una forma cumplir con aquella promesa. Doctor en Neurociencias por la Universidad Complutense de Madrid, sus novedosos aportes en la búsqueda de una alternativa para controlar las crisis epilépticas sin el uso de fármacos le hicieron  merecedor en enero pasado de un reconocimiento por parte de la Real Academia Nacional de Medicina Española.

Investigación premiada

El trabajo de investigación de José Julián se centra en la epilepsia. Este trastorno neurológico crónico afecta aproximadamente a 50 millones de personas en el mundo, donde el 80% de los casos proceden de los países emergentes, según datos de la Organización Mundial de la Salud.

Estudios recientes revelan que hasta un 70% de los niños y adultos diagnosticados  pueden tratarse con éxito (es decir, tener sus convulsiones completamente controladas) a través del uso de fármacos anticonvulsionantes. Javela ha dedicado siete años a la búsqueda de una alternativa no farmacológica para el otro 30% de las personas que padecen esta enfermedad.

Una parte de su tesis doctoral consistió en utilizar pentilenetetrazol gabaérgico (PTZ). Este inhibidor provoca efectos convulsivos en animales de laboratorio, de ahí su interés en utilizarlo en la investigación de la epilepsia. “Lo que hemos hecho primero es generar la crisis convulsiva usando este químico y, posteriormente, estimular una pequeña región del cerebro que se llama Núcleo Medial del Rafe el cual, al liberar serotonina, permite controlar el episodio”, explica.

Lo inédito de su aportación se centra en tres aspectos: haber usado el Núcleo Medial del Rafe (en la actualidad se adelantan investigaciones con otras regiones cerebrales como el nervio vago), haber encontrado un protocolo de estimulación específico con el cual se pueden controlar las crisis y, que el tipo de estímulo usado, no daña ni  genera muerte neuronal.

Estos resultados, en fase experimental, hicieron que la Real Academia Nacional de Medicina Española  entregara a Javela González, el pasado 17 enero, el Premio de Doctorado como autor de la mejor tesis doctoral aprobada durante el curso 2011-2012, un reconocimiento que se concede a nivel nacional.

“Nunca piensas en que te va a suceder algo así.  Cuando llegué a España sólo pensaba en que quería hacer un doctorado en neurociencias, pero éste no fue un objetivo fácil de alcanzar, ya que me exigía tener destreza en áreas como la biología que yo apenas conocía, por lo que prácticamente tuve que empezar de cero. Este premio es una forma en que la vida me ha dicho que no lo hecho mal, que me estoy superando a mí mismo”, dice Javela.

Un destino con varias escalas

Atraído por el complejo universo que comprende el comportamiento humano, José Julián estudió psicología en la Universidad Surcolombiana. Empezó su carrera en 2003, como coordinador municipal del Programa Escuelas Saludables en Palermo. Una experiencia que califica como enriquecedora, ya que dentro de sus actividades se encontraba la realización de charlas y talleres a los estudiantes de las diferentes instituciones educativas del municipio.

Aunque complacido y motivado con el trabajo que realizaba, en su horizonte profesional el principal objetivo era la realización de un doctorado en neurociencias. En 2003, tras su postulación en diversos programas a nivel mundial, le fue concedida la beca ALBAN (Becas de Alto Nivel para América Latina, por sus siglas en inglés), un programa para estudios de educación superior en cualquiera de los 27 Estados miembros de la Unión Europea.

“Ese año –recuerda- nos postulamos 20.000 personas de Sur América. De Colombia seleccionaron 30 y del Huila sólo dos, Mario Parra, un profesor de la USCO y yo”, lo dice complacido pues sabe que en este tipo de iniciativas los méritos profesionales juegan un papel fundamental.

José Julián puso sus ojos en la Universidad Complutense de Madrid y es allí donde ha estado vinculado a través de diferentes programas y líneas de investigación, desde que aterrizó en la capital española un 31 de octubre de 2004. Actualmente, trabaja como investigador en el Instituto Pluridisciplinar, en la Unidad de Cartografía Cerebral.

Durante este tiempo también ha tenido la oportunidad de realizar estancias de investigación en Canadá, Estados Unidos y México, donde ha podido especializarse en novedosos métodos de experimentación en el área de la epilepsia.

El acicate llamado Sofía

Además de la neurociencia la otra pasión de José Julián es Sofía, su esposa. Basta con mirarle cuando pronuncia su nombre porque su rostro se ilumina. Deja de lado por un momento la formalidad con la que ha estado explicando los vericuetos de su trabajo como investigador y sonríe tímidamente.

El nombre de esta comunicadora social y periodista, huilense de adopción, ha estado presente a lo largo de esta entrevista. “Ella –dice- es mi acicate. Su apoyo ha sido fundamental en la consecución de este sueño que por momentos parecía imposible de alcanzar”.

Se conocieron en el INEM, estudiando el bachillerato, pero su relación empezó pocos años después en la Universidad Surcolombiana donde se reencontraron. De manera sorprendente han hecho coincidir sus estudios de postgrado en los países en los que José Julián ha tenido que realizar estancias de investigación. “Ha sido una experiencia enriquecedora para ambos construir un matrimonio sin renunciar a la formación  y a la investigación de nuestras respectivas áreas de interés”, afirma.

Las tardes con su tío Matías

José Julián nació en Pitalito, pero desde los cinco años vivió en Neiva, la ciudad que le ha permitido cumplir su sueño de ser un profesional formándose en instituciones educativas de carácter público. Estudió la primaria en la escuela Floresmiro Azuero, el bachillerato en el INEM y la carrera universitaria en la Surcolombiana. “La educación que he recibido ha sido de calidad”, asegura mientras reflexiona sobre todas las cosas positivas que el Huila tiene para mostrarle al país.

Hijo de docentes, este admirador de Juanes y Andrés Cepeda, creció en el barrio José Eustasio Rivera y, aunque su familia ya no vive allí, no pierde la oportunidad de recorrer las calles que alimentan algunos de los mejores recuerdos de su juventud.

“Durante el verano Madrid me recuerda mucho a Neiva, pero nada reemplaza el barrio donde me crié o la Villa Olímpica donde solía practicar lucha libre o recorrer la Avenida Tenerife a pie con sus grandes árboles regalándonos sombra o disfrutar de un ′boxeador′ con almojábana, como los que solía compartir con mi tío Matías Javela cuando íbamos por las tardes al Pasaje Camacho”.

Sí, José Julián se siente conforme con las metas alcanzadas hasta el momento, con la oportunidad que ha tenido de trabajar en universidades prestigiosas desarrollando investigación de punta y recibiendo por sus aportes ofertas de trabajo provenientes de China, México o Ecuador, pero este opita lleva al Huila en su corazón y aunque sabe que por ahora su futuro profesional está fuera de Colombia, sueña con tener la oportunidad de retribuir a su país y a su región una parte de todo lo que ellos le han dado.

Ver a su padre aquejado constantemente por intensos dolores de cabeza, que le obligaban a permanecer mucho tiempo en el hospital, hizo que este psicólogo de 33 años, anhelara desde muy niño estudiar algo relacionado con el cerebro.

 José Julián estudió psicología en la Universidad Surcolombiana y empezó su carrera en 2003, como coordinador municipal del Programa Escuelas Saludables en Palermo.

 

 

Por: Diana Manrique Horta y