Fanatismo: Religión y política

Por Fernando Bermúdez Ardila
Escritor e historiador
Nominado premio Nobel de Paz 2010
“Si deseas iniciar una discusión o guerra, habla de política o religión” El fanatismo es la tara más grave que ha acompañado a lo largo de los tiempos a la humanidad. De esta enfermedad, falta de personalidad, inseguridad, resentimiento e incapacidad, se han aprovechado los líderes religiosos tanto o más que los líderes políticos.
Esto para traer a referencia entre otros casos, las pasadas elecciones en los Estados Unidos de Norteamérica donde la democracia e instituciones son las más respetadas en la política mundial, pero que solo una persona basto para polarizar, crear incertidumbre, duda, y revivir una segregación racial que ya había quedado en el olvido; por fortuna el pueblo americano supo reaccionar a tiempo y castigarlo negándole el voto, sacándolo del poder de la nación más poderosa del mundo.
Cuando Constantino el grande asediado por una guerra externa contra quienes los romanos llamaban los bárbaros se acercaban a las puertas de Roma, en el interior de la ciudad una guerra civil entre los cristianos y los romanos que adoraban a otros dioses.
Constantino iluminado de inteligencia y sagacidad convenció a los romanos de qué el verdadero Dios era el de los cristianos, convirtiendo está en la religión oficial tanto de Roma como de toda sus colonias, se hizo bautizar y se dedicó a construir gran cantidad de iglesias para que la expansión del imperio continuara, ya con una cruz en lugar de una espada.
Ya declarada religión oficial el cristianismo cometió todo tipo de atropellos en contra de quienes continuaban creyendo en sus antiguos dioses o quienes profesaran una religión diferente. Quemaron la biblioteca de Alejandría dónde se hallaban documentados 2.500 años de conocimiento, se sabía que la tierra era redonda, se había descubierto la elíptica, tenían documentado el sistema solar con siete planetas a su alrededor.
Destruyeron conocimientos de astronomía, matemáticas, física, química y filosofía, entre otros muchos, pero no solo quemaron en su momento 2500 años de conocimiento, si no que sometieron a la humanidad a 1300 años más de oscurantismo.
Orestes el gobernador de Alejandría poco o nada pudo hacer para impedir tal despropósito que encabezó el líder cristiano Amonio, en la que mataron apedreada a Hipatia de Alejandría quién había sido su maestra la primera gran matemática y filósofa reconocida.
En la religión se debe ser tolerante, se debe respetar y exigir respeto por lo que pensamos y en lo que creemos, pero no podemos imponer a la fuerza nuestra forma de pensar a los demás.
La política el arte del gobierno, del servicio público, la democracia nos permite no estar de acuerdo o disentir con las ideas de nuestros contrarios, pero para eso están los cuerpos legislativos para que se discutan, debatan y se pongan de acuerdo en lo que es mejor para el pueblo. Por qué siempre debe haber un punto de flexión para el bienestar de quienes los eligieron acertada o equivocadamente.
Hoy Colombia se encuentra en una polarización absurda y equivocada, inducidos por el fanatismo irracional, embrutecedor, es el momento de recobrar nuestro camino para elegir un gobierno ajeno a enfermedades malsanas.