sábado, 19 de julio de 2025
Opinión/ Creado el: 2020-10-26 01:47

FALLECEN NUESTROS AMIGOS

Escrito por: Luis Alfonso Albarracín Palomino
 | octubre 26 de 2020

Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino

alfonso519@gmail.com

Con mucha tristeza la sociedad huilense está siendo diariamente espectadora de las noticias que circulan en los medios de comunicación y en las redes sociales, de las personas que fallecen por diversas causas patológicas y especialmente porque la Covid-19 les ha ganado la dura lucha que han librado contra este virus mortal. Todas han tenido un papel protagónico en la construcción de este territorio, durante su trasegar vital en este planeta.

Líderes políticos, gremiales, docentes, amas de casa, agricultores, funcionarios públicos, y otros, han enlutado a sus familiares y amigos, que los recordaremos de una u otra forma, en el ámbito laboral y de nuestros hogares. Se han convertido en un ejemplo para los huilenses, para que tomemos los correctivos necesarios que conduzcan a prevenir los contagios, que están desbordando la capacidad de respuesta de todo el personal de salud.

Muchos amigos, que laboraron conmigo o mantuvieron una bonita amistad con nuestras familias, han fallecido y otras 561 personas que han enlutado a centenares de unidades familiares en el departamento, de acuerdo con el boletín 218 emanado de la Secretaría de Salud Departamental. Todo por culpa de este virus mortal que tiene amenazada a toda la supervivencia de los seres vivos en el planeta.

Hay que reconocer y destacar el papel que están desarrollando el Secretario de Salud Departamental, César Alberto Polanía Silva, la directora del Hospital Universitario de Neiva, Emma Constanza Sastoque Meñaca, que, junto a todo el personal de salud, han estado liderando con eficiencia y efectividad la capacidad de respuesta a la demanda creciente de pacientes contagiados que acuden a los servicios hospitalarios en la región.

La indisciplina social que impera en algunas personas que no respetan los protocolos de bioseguridad, en medio de la reapertura de algunas actividades económicas que han determinado las autoridades nacionales y locales, se vuelve muy preocupante por el futuro de la salud para los colombianos. La vida sigue en riesgo. Con ello, la gente pareciera olvidar que estamos ante un virus que no distingue capas sociales ni condiciones económicas. Cualquiera puede contagiar a otra persona por la vía menos esperada. Pretender ser indiferentes o confiados ante esta situación, es jugar con la vida propia y las de los demás. Aquí no hemos alcanzado ningún pico, ni hemos aplanado ninguna curva. Ojalá lo hagamos pronto, pero aún falta. Por ahora, la realidad es otra.

Debemos asumir con mucha responsabilidad esta nueva etapa de reapertura. Pretender ser indiferentes o confiados ante la situación que estamos viviendo, es que, si no acatamos con severidad las recomendaciones de las autoridades sanitarias, seguiremos jugando con el futuro de nuestra propia vida y las de los demás. Debemos asumir estrictamente una actitud responsable. Los hornos crematorios nos están esperando, sino acatamos dichas recomendaciones, sin excepción. Suenan muy dura estas frases, pero es la cruda realidad.