Estados Unidos define su futuro
Los estadounidenses mañana tendrán la oportunidad de elegir al presidente de los Estados Unidos, entre el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump; se encuentran a la expectativa de seleccionar a la persona que tendrá la responsabilidad de regir los destinos del país más poderoso del planeta. Esta campaña electoral ha sido impregnada de publicidad política engañosa, la cual ha estado caracterizada por ataques personales que han buscado permear la mente de sus electores para buscar su respaldo popular.
La polarización de esta jornada electoral ha estado marcada por toda clase de toda clase de estrategias publicitarias en los medios de comunicación y en las redes sociales. La masiva penetración de mensajes alusivos a las mismas, están impregnados de ataques y diatribas que buscan el respaldo de la ciudadanía en favor o en contra del pensamiento y lineamientos que defienden sus voceros. Es tal la confrontación ideológica, que han creado entre sus seguidores, una actitud arrogante.
Ha sido una de las campañas presidenciales en las que menos argumentos y propuestas se han escuchado y en la cual las acusaciones de guerra sucia, infiltraciones y hackers han predominado en la opinión pública. El mundo espera que este martes gane la democracia en Estados Unidos. Atrás han quedado los estilos y las formas como se han desarrollado las anteriores campañas presidenciales, que se caracterizaron por el respeto y sin signos de violencia.
Todas las cartas están sobre la mesa. Desde muy diferentes orillas se advierte el peligro que representa Donald Trump para un sistema de frenos y contrapesos que siempre fue referente orbital y que en estos cuatro años ha sido exigido al máximo.
Los sondeos y los modelos que toman en cuenta otros factores para calcular las probabilidades de cada aspirante, favorecen ampliamente a su rival, Joe Biden. El exvicepresidente de Barack Obama, representante del ala más moderada de su partido, ha podido despejar los cuestionamientos que lo rondaban y que tenían que ver con su avanzada edad, 77 años, e incluso con sus capacidades cognitivas.
En medio de la creciente pandemia de la Covid-19, se espera que no existan alteraciones mayores de orden público, que conlleven a un escenario de caos por las luchas raciales, se espera la sociedad estadounidense escoja la suerte de su país, si prefieran el continuismo o en su defecto elijan al candidato demócrata Biden, que encarnan una nueva forma de opinión contraria a la manera como Trump ha manejado los intereses del país del Tío Sam durante el último cuatrienio. Sea cual sea el desenlace, y así suene para muchos inverosímil por tratarse de un país con tan sólida tradición democrática, hay que hacer votos para que éste, no genere traumatismos mayores.