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Opinión/ Creado el: 2020-10-23 02:24

Del congreso y sus reformas

Escrito por: Redacción Diario del Huila | octubre 23 de 2020

Del Congreso y sus reformas

Se habla de democracia inmovilista, al tenor del editorialista del siglo pasado, de la necesidad de adelantar reformas que permitan adecuar la estructura legislativa de la gobernabilidad y a la etapa de virtualidad como respuestas a las inquietantes exigencias que la sociedad hace a tan importante institución, así como procurar una sana y conveniente vigilancia, que a través de las veedurías ciudadanas sobre las acciones y omisiones que tanto los congresistas como la institución que representan se perciben del presente.

Institución parlamentaria o connacional siempre ha sido objeto de permanentes críticas y también es cierto que muchos de sus integrantes dan oportunidad, para que estas críticas no den tregua en sus agresivas posiciones. Sin embargo, es necesario y conveniente, insistir en que se trata de una institución fundamental para el sano ejercicio de la democracia donde  la división del poder público de las tres ramas históricas del ejecutivo y del legislativo y judicial, proyectan y significan la existencia de un verdadero estado social de derecho donde se garantice las libertades públicas e individuales, se garantice igualmente la iniciativa de la propiedad privada y se ejerza libre y soberanamente el emprendimiento como ejes centrales del crecimiento económico social de la sociedad.

Desde hace varios años se ha venido insistiendo la reforma del sistema electoral que establezca el sistema de listas únicas y cerradas y aquellas que llaman ahora paritarias entre hombres y mujeres por partido. La eliminación del voto preferente al cual se le acusa como eje central de la corrupción política que el establecimiento igualmente de la financiación del ciento por ciento por parte del estado a la actividad política.

Sin embargo, creo que si no se incluye definitivamente la eliminación del senado nacional que es en el fondo la escencia de la legislimitación del poder legislativo y la ausencia de verdadera representatividad regional en el congreso, vamos a quedar a medio camino de una verdadera reforma política, la cual debe permitir que cada uno de los departamentos del país tenga su representación territorial como existía antes de la constitución de 1991 y como existe en la mayoría de los países donde hay regímenes parlamentarios presidencialistas, como en los Estados Unidos, México, Argentina, Chile, Francia, entre otros.

Desafortunadamente en ese campo como en otros, como el pensional, laboral, el de la justicia, el fiscal ha faltado una verdadera política, tanto del gobierno que en el inicio no se ha querido comprometer con reformas estructurales al estado colombiano, como tampoco la coalición de la campaña en el congreso.

Solamente los partidos aislados suelen presentar en forma independiente sus propios proyectos de reforma, más pendientes de los objetivos a corto plazo que de una interpretación, amplia, acádemica, institucional o nacional sobre las necesidad de las reformas, que consiste a la necesaria convocatoria colectiva de todas las clases dirigentes representados o no, en el congreso de la república.

De salir largo, será otra colchita de retrasos, que lástima, otra oportunidad pérdida.