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Opinión/ Creado el: 2020-11-24 01:10

De desastre en desastre

Escrito por: Redacción Diario del Huila | noviembre 24 de 2020

Por Tania Beatriz Peñafiel España

Aun no superamos la COVID 19, y ya nos vemos obligados a tener que enfrentar otro desastre, el causado por el huracán Iota en el caribe colombiano.

Pensar en las guerras por agua, viajes interplanetarios y hasta el fin de la vida en el planeta tierra nos parecía algo sacado de una película de ciencia ficción aterradora, algo imposible que de que pasara, sin embargo, vemos como el cambio climático arrasa y amenaza por hacer reales las imágenes de tragedia y catástrofe al paso de huracanes, terremotos, sunamis, inundaciones, entre otros.

El Antropoceno se trata de una era geológica afectada por la actividad de la humanidad un período interglaciar donde se prevé que las temperaturas suban por causas naturales pero, sobre todo, por la acción del ser humano y sus emisiones de gases de efecto invernadero.  El cambio climático influye en los determinantes sociales y medioambientales de la salud en el ser humano: un aire limpio, agua potable, alimentos suficientes y una vivienda segura. Además, aumenta el riesgo de transmisión de vectores como el dengue o la malaria, y se calcula que estas enfermedades causarán unas 250.000 muertes cada año debido a la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés calórico. La movilidad humana es uno de los principales retos globales al que nos enfrentamos como sociedad, junto al cambio climático. Los desplazados ambientales o climáticos son aquellas personas que se ven obligadas abandonar su entorno debido a la degradación de la tierra, la desertificación y las sequías; los desastres naturales o la competencia por los recursos naturales.

El cambio climático pone en peligro la producción de alimentos tan básicos como el trigo, y esto significa que cientos de miles de personas cuya vida depende de sus cultivos están en riesgo de perderlo todo. Y no solo eso: si los cultivos escasean, los precios se disparan. Esto nos afecta a todos y todas, pero en los países menos desarrollados, con altísimos índices de pobreza, las consecuencias pueden ser devastadoras. Además, el calentamiento global que provoca esta falta de alimento en la vida cotidiana de las personas deriva en guerras y migraciones de pueblos enteros que deben buscar un destino diferente donde encontrar alimento.  Combatir las consecuencias del calentamiento global es vital si no queremos que nuestro planeta desaparezca. Cualquier cambio de temperatura altera el equilibrio de nuestro planeta y, con ello, nuestra salud, nuestra calidad de vida y el futuro de las generaciones venideras.