Crisis en nuestro futbol
Amadeo González Triviño
Nuestro país deportivo sigue enfrentando ese dilema extraño, pero propio de los connacionales, cuando se protege y se apoya todo lo extranjero, antes que propiciar o fomentar y exigir, que nuestra propia identidad, sea la base y la esencia de todas las actividades que puedan llevarnos al éxito y a la satisfacción de esas inmensas mayorías seguidoras, entre otros, de uno de los deportes más apasionantes, como lo es el fútbol.
Este tema que ahora me ocupa, luego de unas jornadas culturales exitosas a nivel internacional, donde pudimos compartir la experiencia y el conocimiento de muchos escritores nacionales y extranjeros en una política de cultura sin fronteras, para llevar un mensaje y generar en nuestras generaciones inquietudes que apuntalen hacia la construcción del hombre del nuevo milenio, sobre presupuestos de respeto de solidaridad y dentro de un pensamiento crítico, florecer como sociedad, reconociendo la dignidad humana y rescatando los valores éticos y morales ya en decadencia.
El futbol terminó siendo la fiesta deportiva con la que continuamos buscando un sosiego luego de esas jornadas culturales, y como lo vaticinábamos, los resultados estuvieron de nuestra parte. Sendas derrotas consecutivas que han de prolongarse y que anticipamos, han de presentarse en el mes de marzo con la continuación de las eliminatorias para el campeonato mundial de futbol de Qatar 2022, ante la inexistencia de una dirigencia que destaque y valore nuestros representantes nacionales en la dirección técnica del equipo, como de la pérdida total del sentido de pertenencia de unos jugadores que se han formado en el extranjero y que han perdido todo sentido de nacionalismo o de garra en defensa de lo nuestro.
Tenemos que aceptar y concluir que, a lo largo de la historia colombiana, ningún entrenador de futbol proveniente de un país extranjero, ha brindado un título o una actuación destacada para el futbol colombiano.
Recordemos que los entrenadores o directores técnicos de Futbol que han estado en mundiales de Fútbol, han sido Francisco Maturana, Hernán Darío Gómez, Luis Fernando Suárez, Reinaldo Rueda, el santandereano Jorge Luis Pinto y Juan Carlos Osorio, pero dirigiendo la selección Colombia, solo Francisco Maturana y Hernán Darío Gómez, porque los otros lo han hecho por Ecuador, Costa Rica, Honduras, Panamá y México.
Y solamente dos directores técnicos extranjeros han logrado participar con la dirección del futbol colombiano en un mundial: Adolfo Pedernera en 1962 y Néstor Pekerman durante los años 2014 y 2018.
Por todo lo anterior, es hora de volver a pensar en un director técnico colombiano, frente a la adversidad que se está viviendo y que se ve venir en el mes de marzo del 2021, pero desafortunadamente nuestros dirigentes deportivos, nunca han defendido nuestros intereses económicos y deportivos, hasta el punto de que si el Director Técnico actual, un señor Queiroz, no renuncia, se le debe pagar una cifra escandalosa por habernos dejado mal parados en el ámbito del futbol internacional.
Además, es preciso saber que si un futbolista es convocado a participar en las próximas selecciones de fútbol, se le ha de exigir y presentar un esquema de respeto y de dignidad en el papel protagónico que se le ha de imponer, para hacerlos entender, que la nacionalidad, la identidad y la responsabilidad de una representación, no pueden estar al vaivén exclusiva de intereses personales, de afanes de figuración que en nada alientan o fortalecen la labor encomendada, y que además se debe apoyar y fomentar a los deportistas que están en nuestro propio país, para hacerlos más competitivos y comprometerlos permanente en su quehacer profesional.