CÓMO MANTENER EL LIDERAZGO CAFETERO AL 2023

PARTE I
Por: Gerardo Aldana García
Tal vez, los 16.145 caficultores huilenses que, en el año 1960, cultivaban 14.973 hectáreas del grano, produciendo un total de 74.295 sacos de 60 kilos verde, jamás imaginaron que su esforzado legado, se convertiría en prospera herencia para una región cuya vocación económica está signada para embeber al mundo de excepcionales aromas y sabores de un café fino, especial, que las tierras fértiles del Huila, en climas amables y pintorescos ecosistemas, unidas a la magia de los productores que acarician la mata de café como si fuera su propio hijo, dan a luz volúmenes y calidades de grano con un origen reconocido en el mercado cafetero del mundo: El Café del Huila.
El panorama cafetero nacional, al cierre del año 2019, exhibió nuevamente al Huila como gran campeón de la caficultura colombiana, con una producción de 2.700.000, sacos de 60 kilos, de café verde, a partir de un área sembrada de 144.896 hectáreas, cultivadas por un total de 83.030 productores, cuyas ventas generaron la apreciable suma de 1 billón 420 mil millones de pesos, que representó un estimado del 42% del PIB agropecuario del Departamento y un 8,8% estimado del PIB departamental. Sin duda, una fiesta llena de productividad e identidad cultural, para celebrar en torno a la encomiable labor y profesión del caficultor huilense, de la mano de las entidades que tradicionalmente impulsan el cultivo y la industria cafetera.
Cuando se es campeón en cualquier disciplina, y no se diga en la caficultura colombiana, el reto es cómo sostenerse tanto en el año que trascurre, como en los venideros, toda vez que, por este sitial de delantera, deben venir los inherentes beneficios socio - económicos y culturales de la comunidad residente en el territorio. Por eso, es del caso dar una mirada a la prospectiva de la caficultura del Huila, en un horizonte que si bien se proyecta al año 2023, camina por la senda de una agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS y del mismo Plan Nacional de Desarrollo PND, prevista hasta el año 2030, en una mirada estratégica que la Federación Nacional de Cafeteros y el Comité Departamental de Cafeteros del Huila, acompañada por el gobierno departamental, se han esforzado en plasmar, con una serie de retos y acciones de alto impacto en la producción cafetera.
La prospectiva de largo plazo dibujada desde los actores del gremio cafetero, permite reconocer que, no obstante, los indicadores que mantienen al Huila como el productor número uno en volumen y calidad, existe una problemática que deja en evidencia la baja productividad, altos costos de producción, bajos precios y baja rentabilidad para las más de 83.000 familias dedicadas al cultivo. En este sentido, las verificaciones en campo muestran causas de tal problema, asociadas al conflicto armado que persiste en nuevos matices en el territorio y la credibilidad en las instituciones. Se suma, la pobreza histórica del cultivador, que no se entiende cómo si cada vez aporta más, no obtiene mejores precios de sustentación por lo que produce y vende, desde los cuales pueda elevar su nivel de vida. Así mismo, la dificultad de acceso al crédito y al fertilizante, al tiempo que se hace limitado el uso de infraestructuras y tecnologías para la producción. Evidentemente, la falta de asertividad en los esquemas de asociatividad que insisten en esfuerzos separados a nivel de veredas, desestimando la integración de formas organizacionales de segundo nivel, con mayores posibilidades financieras, disponibilidad de insumos y acceso a mercados internacionales para lograr precios justos. Y finalmente, con un bajo nivel educativo, cierran el complejo universo de causas llamadas a combatir inteligentemente y con recursos.
Pero el gremio cafetero no se asusta y es muy consciente de lo que tiene y lo que representa para la región y el país. Con una estructura gremial que a diciembre 31 de 2019, exhibe un total de 34 Comités Municipales, 408 Representantes del orden municipal y 12 del orden departamental; así mismo, con un total de 58.003 de cafeteros con cédula cafetera, vinculando a 24.911 mujeres y 2.966 jóvenes entre 18 y 28 años como garantía del papel femenino y el relevo generacional en la caficultura regional, el sector se erige y se percibe fuerte, capaz de superar las dificultades y aprovechar las oportunidades, contando a la vez con la institucionalidad de la que por derecho propio debe servirse.
Justamente y para verificar la oportunidad con la que la institucionalidad acomete un escenario tan difícil cual es el de la recolección de la cosecha cafetera en los municipios del sur y el centro del departamento, en momentos de pleno apogeo del Covid 19, se registra un aporte de 1.200 millones del gobierno departamental, destinado a la compra de lonas que al disponerse sobre el suelo, en aplicación de una técnica validada por Cenicafé, logran disminuir entre un 30% y 35% la necesidad del recolector manual. El aporte sirve además para la adquisición de kits de aseo para que los recolectores tengan acceso a los protocolos de bioseguridad, preservando su salud y a la vez su derecho al trabajo.