sábado, 19 de julio de 2025
Opinión/ Creado el: 2020-10-21 12:55

CAOS, DESTRUCCION Y MUERTE

Escrito por: Redacción Diario del Huila | octubre 21 de 2020

Por Luis Humberto Tovar Trujillo

Por fin se dijo en voz alta, lo que cobardemente se decía en voz baja. Ese es el costo de haber tratado con el narcoterrorismo, lo que posteriormente llamaron un proceso de paz. Son simplemente unos acuerdos para la guerra, para el caos, para la destrucción y un pacto tenebroso con la muerte.

Hacia allá llevaron al pais, hacia su polarización; hacia una guerra civil no declarada pero evidentemente anunciada, cuando aparecen letreros de esa magnitud, donde anuncian la muerte de quien representa las mayorías de Colombia.

Cierto es, quienes afirman que cuando la izquierda pierde una elección, intenta destruir el pais; pero cuando gana, lo consigue.

Lo que esta pasando en Colombia, es la consecuencia de la falta de mano dura, de la falta de respeto a la “libertad y el orden”, como lo consagraron quienes idearon nuestras instituciones.

Quienes incitan a asesinar más colombianos, no son propiamente, quienes fueron tildados de ser enemigos de la paz; son precisamente los autodenominados amigos de esa falsa paz para disfrazar sus apetitos delincuenciales, como los demostrados en esta protesta de nada, simplemente para realizar actos fundacionales de partidos para sepultureros, soportados en el asesinato y la muerte de los contrarios, especialmente al presidente Uribe.

Si quieren asesinar al gobernante que mas le ha servido a Colombia, que dirán, para aquellos que no han servido sino para valerse de sus bondades en una democracia, y luego, convertirse en los grandes estafadores de ella.

La muerte, la destrucción y la anarquía son propias de mentes menores, estériles, y ajenas completamente a cualquier opción de liderazgo para el progreso.

Aquel que tiene como fin ultimo obtener el poder con base en la destrucción y la ruina de una sociedad, no deben pertenecer a esta, por el contrario, deben estarse preparando para pertenecer a los anaqueles de ilusiones abortivas, por su mezquindad y falta de propósitos superlativos.

Anunciar como propósito único y finalidad de lo que fraudulentamente han llamado minga; el asesinar al mejor colombiano, es un reto a la Colombia buena, para seguir enfrentando con hidalguía, pero con verticalidad y decisión, los verdaderos retos hacia el futuro, contrarios a los ya conocidos por la minga delincuencial.

Si se quiere, los mejores candidatos de esa Colombia buena, deben ser sin vacilaciones, de derecha y hasta de extrema derecha; pasados por el confesionario, no de esos curas amigos del delito, de la destrucción, de la anarquía y la muerte, sino los convencidos de que nuestro pais, no se lo vamos a entregar al delito, sino con el compromiso de que lo que se anuncie en campaña, se cumpla en el ejercicio del mandato; las manos gelatinosas, no deben existir. Mano y pulso firme.