sábado, 19 de julio de 2025
Opinión/ Creado el: 2020-10-21 12:51

A propósito de aforismos

Escrito por: Froilán Casas
 | octubre 21 de 2020

Por:  Froilán Casas

Obispo de Neiva

¡Ah, la sabiduría popular es tan sabia! Cómo son de reales las sentencias que son fruto de  siglos de experiencia de los pueblos. Lo más significativo es que son aplicables en todas las culturas y en todos los tiempos. Hay sentencias de la Sagrada Biblia  que son una joya aplicativa a la vida. Remito al querido lector a los libros llamados sapienciales del libro Santo, a saber: Eclesiástico o también llamado Ben Sira, el Eclesiastés o también llamado Coelet-Predicador, Sabiduría y excúsenme los exégetas, poner en esta lista al hermoso libro de los Salmos. Éste es una hermosura de sabiduría que se muestra en la oración de Israel. Esta literatura es preciosa para saborearla en este tiempo difícil de pandemia,  de confinamiento y aislamiento social. Los sicoterapeutas hablan hoy de aplicar a nuestro diario vivir la resiliencia, que no es otra cosa que la capacidad de resistir los tiempos difíciles. Sin espiritualidad no se le encuentra sentido a la existencia, si no acudamos al gran sicólogo existencial Viktor Frankl, en su famosa obra, El hombre en busca de sentido; solo el fondo espiritual del hombre le dio la capacidad de haber afrontado la atroz experiencia absolutamente inhumana en los campos de concentración,  en concreto  Auschwitz. Pues bien, traigamos a colación algunos de estos proverbios y constataremos su aplicabilidad en la vida. “No todas las tormentas vienen a desordenar tu vida, algunas vienen a limpiar tu camino”. Sí que es verdad; vean esta otra, no hay mal que por bien no venga. En la misma línea, ¿verdad? Ordinariamente después de la tormenta viene la calma y, ¡cuidado! con tomar decisiones, sobre todo afectivas, en los momentos de crisis. Actuar, llevados por el corazón, con frecuencia nos lleva al abismo. Bueno, en esto no hay fórmulas mágicas; cada situación exige una respuesta concreta y no existe ningún recetario. Mira esta otra: “Si quieres volar alto, júntate con águilas y volarás; no te juntes con serpientes porque te arrastrarán”. ¡Ah, qué sabiduría! Efectivamente, dime con quién andas y te diré quién eres y el que anda con lobos a aullar aprende. Por favor, no seas rastrero, vuela y mira hacia las estrellas, tú puedes muchas cosas, descubre tu riqueza. No empieza la batalla con actitud derrotista; el ascenso es difícil y puede haber caídas, pero al llegar a la cima encontrarás la alegría del triunfo, fruto de tu constancia y disciplina. Los grandes inventores y genios tuvieron fracasos, pero aprendieron de los mismos. No andes con gente marcada por el pesimismo y la negatividad, son gente tóxica que no te deja volar. Quien todo lo critica y no está contento con nada, en toda parte encontrará amargura. Por favor, no te dejes contagiar por el pesimismo del vecino, huye de él, huye de gente marcada por cianuro. “No se puede hacer nada para cambiar lo que ya pasó; pero sí se puedes hacer mucho para cambiar lo que viene”. Es igual a otro: “No llores por la leche derramada”. Sí, por favor, aprende de tus errores; no se trata de no cometerlos, se trata de no repetirlos. La vida es un continuo aprendizaje.

+ Froilán, obispo de Neiva