Yo también viví el toque de queda del 97
Hace 23 años se registró el primer y más sonado toque de queda para los neivanos y aunque este se dio por razones muy distintas a las que se viven actualmente a nivel país, las personas traen a su memoria cómo se vivió aquel momento para preservar el orden público que también paralizó a todos los ciudadanos en aquella época.

Por: Liz Farfán
Aunque las razones que paralizaron la capital huilense hace 23 años fueron totalmente alejadas de la realidad que hoy se presenta debido a la actual situación que afrontan los ciudadanos por el COVID-19, los capitalinos vuelven a revivir aquel momento donde todos tuvieron que someterse a un toque de queda convocado por la alcaldía municipal de Neiva por motivo de la conjunción entre la jornada de protesta del gremio sindicalista de todo el país y de las protestas de los vendedores informales que tenían sus negocios en la zona conocida como el Pasaje Camacho.
Para ese entonces, al aproximarse las cuatro de la tarde del jueves 4 de septiembre de 1997, se hizo necesario el toque de queda que literalmente desoló las calles de la capital del Huila, pues la mayoría de pobladores tuvieron que guardarse en sus casas cuando inició a regir esta medida de prevención, para que de esta manera lograran evitar la agravante situación de orden público que se venía presentando desde el domingo anterior cuando el inconformismo de los comerciantes empezó a salirse de las manos, tras la clausura del Pasaje Camacho donde tenían instalados sus puestos de trabajo.
Reviviendo el momento
Uno de los recuerdos que llegan a la mente de José Julio Herrera, ciudadano de la capital huilense, es que las medidas preventivas que utilizó la administración municipal del entonces alcalde Gustavo Penagos Perdomo, fue el toque de queda, pues esta era la única manera en que las autoridades iban a poder intervenir con el fin de establecer control total sobre la situación, tras los desmanes ocasionados por las protestas.
“Yo también viví el toque de queda del 97 y recuerdo que se dio porque Penagos, el alcalde de esa época, ordenó que derrumbaran la galería municipal de Neiva mientras la gente estuviera dentro de sus casas, pues era la única manera de evitar las protestas de los comerciantes que tenían sus negocios ahí.”.
Don José, comenta además y según los rumores que inquietaron por largo tiempo a la población neivana, que a raíz de esa problemática que se desató porque los comerciantes fueron sacados a la fuerza de sus negocios, fue que asesinaron al alcalde Gustavo Penagos.
“A Penagos, según lo que todos comentaban en esa época, fue que lo mataron en una fonda antioqueña por haber dado la orden de desalojo de todos los comerciantes de la galería y del Pasaje Camacho para poder demoler todo eso, pero a mí no me consta nada, son solo rumores”.
De acuerdo a estas declaraciones, y según con lo que realmente pasó en el toque de queda del 97, la jornada laboral de ese día se vio altamente afectada tanto para los inquilinos del Pasaje Camacho como para todo el comercio en general, pues las drásticas medidas de desalojo que tomó el gobierno, dejó como resultado calles completamente deshabitadas y ciudadanos perjudicados por las pérdidas económicas.
Otra de las opiniones, fue precisamente de Alberto Bonilla, uno de los periodistas que cubrió el hecho y quien además recuerda que, así como ahora, a los periodistas y demás empleados que tuvieran que circular por la ciudad debido a sus condiciones laborales, les otorgaron un permiso obligatorio para poder salir.
“A nosotros los periodistas nos dieron un salvoconducto para poder trabajar hasta tarde y luego poder salir del medio de comunicación y dirigirnos hacia las casas, sin embargo, la situación que se vivió en el momento fue compleja, porque los comerciantes tanto de la galería como de la zona conocida como el Pasaje Camacho se atrincheraron ahí para que no los desalojaran, pues la idea que tenía el alcalde Penagos, era demoler toda esa infraestructura y trasladarlos a Merca Neiva que era un establecimiento nuevo donde podrían ubicarse; no obstante, ellos pusieron resistencia, oponiéndose ante esta medida y la policía tuvo que intervenir para evitar las batallas campales que se estaban presentado entre los ciudadanos y las mismas autoridades”.
Similitud entre las diferencias
En suma, esta fue una eventualidad que aunque marca grandes diferencias entre sus razones con la actual, se asemejan en la medida en que también se han presentado manifestaciones ante la inconformidad de la ciudadanía tras las medidas de prevención que ha tomado el actual gobierno para así evitar posibles contagios del virus que aqueja a los habitantes en general. Pues cable aclarar que ante la calamidad pública, los comerciantes se han visto obligados a cerrar sus negocios para evitar una posible propagación del COVID-19, dejando como resultado, afectaciones en su economía, pues gran parte de los trabajadores que viven del día a día han tenido que suspender sus labores temporalmente y preocupados, han optado por protestar frente a la alcaldía municipal de Neiva debido a que se encuentran preocupados porque no saben cómo van a seguir llevando el sustento a sus hogares.