miércoles, 10 de septiembre de 2025
Enfoque/ Creado el: 2019-07-27 02:32

Reviviendo fervor patrio (II)

Al querer recordar, siquiera brevemente, los hechos que llevaron a la Independencia de nuestra Colombia, con proyección a Venezuela y Ecuador, y hasta Perú y Bolivia, resultan estrechas las líneas para resaltar los más salientes que nos llenaron de fervor patrio, y reviven nuestro bien fundado patriotismo, nunca exagerado ante el sacrifico de nuestros libertadores.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | julio 27 de 2019

 

Habiendo repasado en una primera columna algunos de los hechos que fueron encendiendo y alimentando el entusiasmo y cultivo de la llama libertadora dejamos esta parte introductoria en la arrasadora gestión de Morillo y Sámano en Santafé. Centenares fueron los patriotas allí ejecutados, con celebración solemne para infundir terror. Trataban los patriotas de defender su independencia de España, pero se logró nuevo dominio sobre ellos. Bolívar adelantaba gestiones militares y políticas con triunfos y derrotas, despertando la esperanza de venezolanos y granadinos, y fue logrando reconocimiento de sus grandes dotes humanísticas y militares, preparando todo para afrontar la campaña libertadora que llevaría a triunfos como el del “Pantano de Vargas” y el del “Puente de Boyacá”.

Pero es preciso recordar como elementos básicos para seguir adelante esa epopeya aportes valiosísimos que se juntaron a los de Bolívar y Nariño, como los de Caldas, Torres, Santander, Páez, Anzoátegui, Sucre, Policarpa, Antonia Santos, y pléyade de patriotas más, hombre y mujeres, que fueron preparando los ánimos para heroicas batallas. Ya estaba preparado el ambiente para culminar, con la definitiva campaña libertadora que llevaría a un final “entre lluvia de flores y al estruendo de música marciales”.  El final sería el valiente y sufrido avance de “un ejército de mendigos” de limpios ideales, así “soldados sin coraza ganaron la victoria, su varonil aliento de escudo le sirvió”.

El arrojo de los patriotas y la crueldad de Morillo, Sámano, y Pascual Enrile fueron combustible de esa llama libertadora que se fue encendiendo para purificar de abusos contra los hijos de estas naciones. Con buena síntesis de esta situación comienza el ya citado Capitulo XII, “Campaña Libertadora” de la Historia Patria escrita con tino por los Hermanos de La Salle: “La sangrienta persecución establecida por el régimen del terror acabó por exasperar a los granadinos. Los partidarios del gobierno español disminuían visiblemente, y todos los habitantes, sin distinción alguna, estaban resueltos en colaborar con sus haberes y su propia vida para alcanzar la libertad. En todas las provincias había jefes que preparaban los ánimos para cuando llegara la hora del levantamiento”.

Fue en Haití y en Jamaica en donde tomó pie Bolívar, con apoyo de sus gobiernos, para organizar expediciones, y en donde escribió su inspirada carta programática, con visión a toda Iberoamérica, y en donde salió ileso de aleve atentado contra su vida. Allí le llegó al Libertador, desde Venezuela, la invitación a ponerse al frente de los batallones en formación, para avanzar, luego, por Arauca a la definitiva libertad de la Nueva Granada, en donde, con decidido empeño, Santander y Urdaneta organizaban ejércitos llaneros para sacar avante la gran triunfante campaña.

Avanzó Bolívar con tropas venezolanas hacia Casanare, en donde Santander venía preparando  un ejército de llaneros en comunicación con el interior de la Nueva Granada. En ese avance venció tropas de Barreiro, elevó el patriotismo de los pueblos y envió proclamas de unificación de Venezuela y Nueva Granada para la lucha, y decidió avanzar  en su marcha, teniendo como objetivo libertar esas regiones hasta culminar en Santafé. (Continuará)