Recuperarán el Macizo Colombiano a través de regalías
En la segunda expedición por este ecosistema estratégico ubicado en el sur occidente del país, varias entidades del orden nacional revelaron preocupantes cifras sobre la sostenibilidad ambiental. Por eso desde el Congreso de la Republica trataran de recuperar el Macizo Colombiano por medio de regalías.

El Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) advirtió que el 52 por ciento del Macizo Colombiano padece de problemas de uso del suelo relacionados con el cambio de coberturas de bosque por cultivos como café, lulo y caña de azúcar.
Por eso, desde el Congreso de la República, el senador del Partido Liberal Guillermo García Realpe, pretende gestionar recursos de regalías para que sean destinados para la recuperación del Macizo Colombiano.
“El año pasado se aprobó en el Congreso de la Republica el acto legislativo 05 que cambia nuevamente el sistema general de regalías; el objetivo fundamental era también devolverle a las zonas productoras de departamentos el mayor número de participación en regalías, va a tener el 25% los departamentos productores del sistema general de regalías. Tampoco se descarta que tengan otras opciones en los rubros generales, por ejemplo, de ciencia y tecnología, los recursos que manejan los departamentos en los fondos de compensación y de desarrollo regional”, sostuvo García.
De igual manera, explicó cómo hacer que los recursos de las regalías no terminen en terceras personas y que se destinen en actividades que beneficien a todos los colombianos.
“El proyecto de ley se trata de que se mejore, en primer lugar, la agilidad de los recursos para que no sea baja la ejecución, sino que sea eficiente. Hay mecanismos de control, filtros para que el gasto también sea pertinente, que no hayan elefantes blancos en infraestructura, ni elefantes blancos virtuales, que les ha dado por tratar en plataformas virtuales y son muchos los recursos que se han ido allá, entonces esos mecanismos lo contempla la reforma a las regalías que nosotros estamos tramitando en el Congreso de la Republica”, manifestó el senador.
Además, añadió “la buena noticia para el departamento del Huila y los departamentos del sur de Colombia es que habrá por primera vez un rubro especifico con nombre propio y recursos propios para la recuperación del Macizo Colombiano”.
Por otra parte, ya existe un documento el 39.15 que fue gestionado por la gente del Huila, y es una buena ruta de articular esfuerzos institucionales, públicos, privados del nivel local, regional y nacional.
Sin embargo, como lo menciona el senador “le faltaba platica, ahora va a tener más platica, además, hay un buen ambiente en el Congreso de la gente que conoce el sur de Colombia, esperamos que nos ayuden los departamentos del Huila, Caquetá, Putumayo, Nariño, Cauca y el Valle a socializar con el resto del país que si nosotros no recuperamos el Macizo Colombiano pues habrá dificultades para todo el país” concluyó.
El deterioro del Macizo Colombiano
En 1993, cuando se realizó la primera expedición científica y técnica por el Macizo colombiano, los tupidos bosques y la vegetación típica de páramo eran las que mandaban la parada en esta región, reconocida por ser una de las principales productoras de agua dulce en el país.
Más de dos décadas después, la colonización del ecosistema, el uso desmesurado para cultivar y la minería tienen al borde de la extinción a las 3,2 millones de hectáreas que componen este ecosistema, que alberga la Estrella Fluvial del sur colombiano y en donde nacen los ríos Magdalena, Cauca, Patía, Putumayo y Caquetá.
Según Julio Ortiz, coordinador de la expedición por el Macizo colombiano y ex gobernador del Huila, en los últimos 20 años se han talado cerca de 500 mil hectáreas de bosques para cultivar café, lulo y caña de azúcar, criar ganado o explotar indebidamente el suelo. “El panorama es preocupante. Si no se toman medidas para su protección, en 2080 ya no habrá Macizo”.
Así lo reveló Ortiz en la segunda expedición realizada en días pasados en varios sitios de los departamentos del Huila, Cauca y Nariño, en donde cerca de 70 expedicionarios de varias entidades del orden nacional fueron testigos del “desangre” del Macizo y de la pérdida de los bosques.
Por su parte, la comisión del Instituto Geográfico Agustín Codazzi informó que el 52 por ciento de todo el Macizo (más de 1,6 millones de hectáreas) padece de conflictos de uso del suelo relacionados con el cambio de la vocación del recurso; es decir que en más de la mitad de este ecosistema se ha talado la cobertura de bosque para realizar actividades agropecuarias.
De este total, el 40 por ciento se encuentra sobre utilizado (exceso de cultivos y ganadería en suelos que cuentan con características para la conservación ambiental o para el uso forestal), mientras que el 12 por ciento restante son suelos subutilizados que no son aprovechados para su verdadera vocación.
Construcción de Hidroeléctrica amenaza al Macizo Colombiano
Las organizaciones campesinas, afrodescendientes e indígenas del sur del Cauca se declararon en alerta, luego de que se conociera el inicio de obras de construcción de una central hidroeléctrica entre los municipios de La Vega y La Sierra.
La obra pretende intervenir el cauce de los ríos Guachicono, Putis y San Jorge, así lo dio a conocer Oscar Salazar, líder del proceso campesino y popular de la Vega.
“Han diseñado una hidroeléctrica a filo de agua, mejor dicho, no es con represa, sino que se desvía una parte del caudal del río. La licencia ambiental fue concedida a una empresa que le llama Gelec, desde el año 2003. Este proyecto no ha sido socializado con las comunidades”, indicó Salazar.
El Macizo colombiano que abarca los departamentos del Cauca, Huila y Nariño es considerada la estrella hídrica más importante del país por sus grandes reservorios de agua, razón por la cual, las organizaciones sociales del Cauca están en máxima alerta, pues este proyecto generaría un impacto ambiental irreversible.
El líder campesino de La Vega mencionó que en la revisión a la licencia ambiental concedida aparece que en la zona no hay ninguna actividad antrópica, “lo que significa que se desconoce la existencia de las comunidades que viven alrededor de los afluentes y que son quienes han cuidado este recurso durante años”.