La desigualdad de género también se combate desde la cocina
Aunque a las mujeres se les asignan roles estereotípicos de la cocina en el hogar, los puestos más prestigiosos en la industria de los restaurantes son en su mayoría ocupados por hombres. En el Día Internacional de la Mujer te contamos la historia de una joven caribeña, que a través de la ONG Kitchen Connection ha creado una red de mujeres que, a través de recetas y lecciones de cocina, comparten sus tradiciones culturales, se apoyan unas a otras y a la vez luchan contra el cambio climático.

Earlene Cruz, de raíces cubanas y dominicanas, creció en Union City, uno de los barrios más latinos del estado de Nueva Jersey, en Estados Unidos.
“Mi familia siempre ha tenido un restaurante donde crecí y me acuerdo mucho de los clientes y cómo siempre estuve interesada en saber sus historias, de dónde venían y qué hacían”.
Earlene estudió negocios internacionales y francés, y nunca se imaginó que eventualmente sería la cocina la que se convirtiera también en el centro de su emprendimiento.
“Sí crecí en ese ambiente culinario, obviamente muy importante para mi familia. Pero nunca pensé que yo también lo iba a hacer. Incluso mi familia siempre me decía tienes que hacer otra cosa, no puedes hacer lo mismo que nosotros”.
La ahora maestra en estudios alimentarios viajó a Ghana como parte de una investigación sobre nutrición, en la que visitó varios países. Fue allí donde nació la inspiración para crear Kitchen Connection.
“Estaba en Acra, se me había perdido la cartera con todo mi dinero y una familia me recibió en su casa durante cinco días y estuve con ellos y pasé mucho tiempo en la cocina, ayudándolos a servir la comida. Fue realmente lo que más me gustó de esa experiencia. En la última noche, en su sala comiendo en el piso con mis manos, como es natural y cotidiano en muchas culturas de muchos países, empecé a sentirme un poco nostálgica sin haberme ido”.
Earlene pensó entonces en que no sabía cuándo podría volver a Ghana y disfrutar de nuevo de esa comida y del sentimiento de estar con ellos.
“Y dije bueno, puedo tal vez hacer una sesión de videochat y tal vez me puedan ayudar a recrear esta receta a través de Skype. Después de regresar a los Estados Unidos me vino la idea, ¿por qué no abrirles esa oportunidad a personas a través del mundo entero que por cuestiones de visa o de dinero tal vez no pueden viajar?”.
Fue así como nació Kitchen Connection, una ONG que permite a cocineros de casa y profesionales organizar o participar en clases de cocina en vivo e interactivas.
“Lo importante de eso no es exclusivamente aprender la receta, sino aprender un poco más sobre la cultura y la persona que está detrás de la receta. Francamente, hay formas más fáciles de aprender a cocinar, puedes meterte a YouTube, o entrar a un blog para aprender a crear algo, pero esta plataforma lo que hace es conectar a las personas utilizando la comida como el vehículo a llegar a eso”, explica Earlene.
Una manera de empoderar a las mujeres
Pese a que a las mujeres se les asignan roles estereotípicos en la cocina del hogar, los puestos más prestigiosos en la industria de los restaurantes les son relativamente ajenos a las chefs mujeres.
Según ONU Mujeres, las mujeres suelen tener que superar situaciones de discriminación activa y sortear una cultura que no sólo glorifica la masculinidad, sino que también aprueba tácitamente el acoso.
En la actualidad, menos del 4 % de la totalidad de chefs con tres estrellas Michelin (la clasificación más alta que se puede obtener) que aparecen en la conocida guía de restaurantes son mujeres.
“Desafortunadamente en el espacio culinario las personas que siempre les dan premios o que están en la televisión tienen tendencia a ser hombres y las mujeres son las que cocinan en la casa. Nunca tienen ese espacio. Entonces, para nosotros es muy importante enfocarnos en las mujeres, no excluyendo a los hombres, porque son parte de la solución, pero siempre integrando a las mujeres”, explica Earlene.
La profesora de la Universidad de Nueva York, recuerda cómo su ONG ha logrado apoyar y motivar a muchas mujeres, incluso a través de un reconocimiento económico.
“Una mujer de India pudo ganar 100 dólares en la plataforma, que tal vez no es mucho para muchos, pero para ella significó ganar el respeto de su esposo, porque antes de eso ella, aunque tenía un blog muy famoso en India y tenía muchos seguidores, las personas alrededor de ella no le ponían mucho respeto a lo que ella hacía. Ella me mandó dándome las gracias por esa oportunidad. “Gracias a ti gané por primera vez un dinero”, me dijo”, recuerda Earlene.
También cuenta que, durante la Cumbre de Acción Climática de la ONU en Nueva York, Kitchen Connection realizó un evento en el que se encontraba una cocinera en vivo desde Nigeria compartiendo recetas, y una persona que asistía decidió contratarla para una conferencia en Lagos.
“A ella la que eligieron para que hiciera el catering para la sesión entera de la conferencia, porque ella se interesa en combatir el cambio climático con sus recetas. Entonces eso a ella le cambió su vida en ese entonces y espero que para siempre, pero también significó mucho para nosotros, porque nos hizo ver que lo hacemos vale la pena al impactar positivamente en la vida de otros”.