Los mejores sitios para guardar el dinero

Vamos a ver algunos productos financieros donde vale la pena guardar tu dinero en efectivo a la vez que tienes completa disponibilidad sobre ellos. Son:

•          Las cuentas corrientes
•          Las cuentas de ahorro
•          Los depósitos a plazo fijo

La solución de la cuenta corriente

Depositar el dinero en la cuenta corriente de tu banco tradicional es la mejor solución que tener el dinero en casa, tanto por seguridad como por rentabilidad.

Todos los bancos tienen cuentas corrientes así que no te costará mucho encontrar una.

Antes de elegir tu cuenta corriente debes tener en presente 2 aspectos clave:

Asegúrate de que no tiene comisiones de administración, mantenimiento o transferencias. No sea que además de no ganar dinero vayas a perderlo.

Controla bien los movimientos de dinero que haces y si tienes algún recibo o factura domiciliado en esa cuenta corriente para no entrar en descubierto y que te cobren un gasto adicional.

El dinero que pongas en una cuenta corriente es totalmente líquido y puedes retirar el saldo cada vez que necesites dinero en efectivo a través de un cajero automático o mediante una visita a la oficina. 

El siguiente paso: La cuenta de ahorros

Las cuentas de ahorro son un estupendo producto financiero para mantener tus ahorros con total disponibilidad a la vez que ganas una rentabilidad cada mes.

En las cuentas de ahorro no es necesario tener un saldo mínimo en la cuenta para que esta comience a trabajar para nosotros y están libres de comisiones. De todas formas, no está de más comprobar estos dos puntos para no llevarse sorpresas desagradables.

No te costará mucho encontrar una cuenta de ahorros, como es el caso de la Cuenta de Ahorros para Nómina de Colpatria

Acelera tu ahorro: los depósitos a plazo fijo

Si quiere ganar un poco más de rentabilidad a costa de perder un poco de disponibilidad tu producto financiero son los depósitos a plazo fijo. Básicamente, un depósito a plazo fijo son fondos que se prestan a un banco por un periodo de tiempo específico y a cambio el banco te da una rentabilidad por ese dinero.

Tenga en cuenta cuáles son las características generales de un depósito para elegir adecuadamente:

Cuanta mayor sea la duración del depósito a plazo fijo mayor será la rentabilidad que obtengas, normalmente su duración es desde un mes hasta un máximo de 5 años. Siendo lo más habitual depósitos entre 3 meses y un año.

En la mayoría de los casos puedes retirar el dinero del depósito en cualquier momento, aunque, a diferencia de las cuentas de ahorro, puede haber una penalización.

Esta penalización es siempre sobre los intereses generados, nunca sobre el capital inicial. Por lo tanto, esta es la pequeña penalización que pagas por obtener unos mayores rendimientos.

Un consejo importante. Para evitar tener que cancelar un depósito a plazo fijo antes de tiempo, considera la opción de escalonar el periodo de duración de los depósitos que contrates. Separa el dinero que quieras invertir en depósitos a plazo fijo y divídelo en diversos depósitos con diferentes plazos de tiempo. Por ejemplo, una parte en un depósito a 6 meses, otra en un depósito a 12 meses y la última en un plazo fijo a 18 meses.

Cada vez que uno de tus depósitos a plazo fijo llega a su fecha de vencimiento puedes considerar reinvertir el dinero en un depósito similar. Y si necesitas el dinero, siempre en todo momento, habrá un depósito cerca de acabarse y así no tienes que cancelarlo antes y perder parte de los intereses ganados.

En resumen…

Los productos financieros presentados anteriormente:

•          Cuentas corrientes
•          Cuentas remuneradas
•          Depósitos a plazo fijo

Son las mejores opciones para aprovechar tus ahorros a la vez que están en un lugar mucho más seguro que en tu casa.

Recuerda estos puntos más importantes cuando vayas a contratar alguno de estos productos:

Evita las comisiones y los cobros por transferencias en las cuentas corrientes y las cuentas de ahorro.

A la hora de contratar un depósito a plazo fijo, ten cuidado con la penalización por cancelación y contrata varios depósitos, con duraciones diferentes, para evitar cancelar alguno.