El tráfico ilegal de animales, es una realidad
En Colombia, muchos de cuyos ciudadanos ignoran que hay 54.871 especies registradas de animales, plantas, hongos y microorganismos que hacen de esta la segunda nación más biodiversa del mundo, la situación es preocupante.

En lo corrido del año 2017 fueron incautados 23.605 animales, los cuales muchos de estos fueron desterrados de su habitad natural para comercializarlos en el exterior, según las cifras registradas en el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el comercio de animales es el tercer negocio ilícito más rentable en el planeta, con ganancias que podrían alcanzar los 26.000 millones de dólares al año y superado en esa oscura clasificación solo por el narcotráfico y la trata de personas.
Dentro de las especies más traficadas dentro y fuera de Colombia, tristemente se encuentran:
La tortuga hicotea (Trachemys callirostris), la tortuga morrocoy (Chelonoides carbonaria), la iguana, el periquito bronceado (Brotogeris jugularis) y la lora común (Amazona ochrocephala).
También hacen parte de la infame lista la cotorra cheja (Pionus menstruus), la ardilla (Notosciurus granatensis), el tití gris (Saguinus leucopus), el mico maicero (Cebus albifrons) y las ranas venenosas (Dendrobatidae spp).
Datos oficiales dejan en evidencia que entre 2016 y lo que va de 2019 han sido recuperados por las autoridades más de 10.000 especímenes en Bogotá.
Se espera que esta cantidad de recuperación de la fauna en Colombia siga aumentando, para de esta manera terminar poco a poco con esta problemática, la cual es una realidad para el país.