“Pocos departamentos de Colombia se van a beneficiar tanto con un acuerdo de terminación del conflicto como el Huila”
Pese al incremento de hostilidades por parte de la guerrilla en el Huila, el departamento será uno de los más beneficiados con la firma de un acuerdo de paz, dijo el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, en el marco del foro Construyendo Paz en las Regiones. Participación activa de la Iglesia en La Habana y la irrigación de recursos con objeto de que se cumpla el Plan de Víctimas, algunas de las demandas de los asistentes al encuentro.

Un llamado para que la comunidad del departamento del Huila se una y participe de manera activa con propuestas de corte regional con alcance nacional en torno a la paz hizo el alto comisionado, Sergio Jaramillo, durante el segundo foro Construyendo Paz en las Regiones, que la Revista SEMANA y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz desarrollan desde hace más de un mes en algunas de las ciudades más golpeadas en Colombia por el conflicto armado interno.
Jaramillo se pronunció así ante cerca de 250 personas, algunas de ellas representantes de la comunidad huilense, académicos, indígenas y empresarios, quienes asistieron el pasado viernes al Club Empresarial y de Negocios de Neiva para conocer los avances en torno a los diálogos de paz que el Gobierno adelanta con las Farc en La Habana y la forma como las regiones decidirán cómo se implemente lo allí que acordaron.
“Entendemos que la situación del Huila no es fácil. Hay razones para estar escépticos (respecto del proceso en La Habana) con base en la realidad de violencia y extorsión que se vive aquí, pero la verdad es que pocos departamentos de Colombia se van a beneficiar tanto con un acuerdo de terminación del conflicto y con una fase de construcción de paz como el Huila. Tenemos que empujar entre todos en esa dirección y creer en el proceso”, dijo el alto comisionado, para quien la construcción de la paz en Colombia ha de ser producto de una alianza permanente entre las necesidades y propuestas de la comunidad y las instituciones a nivel nacional, departamental y local.
“Yo creo que el proceso de paz está muy avanzado. Hemos establecido metodologías de trabajo muy sólidas y tenemos unos acuerdos muy importantes que van a beneficiar especialmente a las zonas más golpeadas por el conflicto, particularmente al área rural, que ha estado tan abandonada. Sin embargo, faltan también acuerdos muy duros, como lo son aquellos sobre las víctimas, la dejación de armas y la reincorporación a la vida civil. Nada es fácil en La Habana, pero yo confío en que vamos por buen camino”, dijo Jaramillo, quien señaló que el objetivo de esta serie de foros es contarles a los colombianos en qué van los diálogos con las Farc y generar una conciencia colectiva respecto de la paz.
El encuentro del pasado viernes –que se desarrolló entre las 8:30 de la mañana y las 12:30 del día- también reunió entre los panelistas a Carlos Mauricio Iriarte, gobernador del Huila; monseñor Froilán Casas Ortiz, obispo de Neiva; el alcalde de ésta ciudad, Pedro Hernán Suárez; y Leonardo Hoen Quinayas, miembro del Consejo Regional Indígena del Huila, así como otros ponentes, entre los que se encontraban representantes de la empresa privada, del gobierno nacional y de la academia, algunos de los cuales abogaron por la integración territorial como fórmula para lograr la paz en el país.
Al respecto, el gobernador Carlos Mauricio Iriarte señaló que “lo que se debe hacer es seguir fortaleciendo la articulación en la región, de manera tal que el departamento pueda poner en marcha todos los programas que para la paz se discuten en La Habana”, así como definir asuntos clave con regiones que comparten la misma problemática.
Por su parte, monseñor Froilán Casas Ortiz destacó que “en el tema de la paz deben buscarse consensos partiendo de disensos” en la mesa de negociaciones, y llamó la atención del gobierno nacional para que en La Habana haya también participación de la Iglesia, empresarios, academia y otros sectores.
Después de Pasto, Neiva fue la segunda ciudad en la que se presentó el ciclo de foros Construyendo Paz en las Regiones, el cual también se trasladará en meses posteriores a Bucaramanga y Montería, y que concluirá con un gran foro nacional en Bogotá, el cual se prevé realizar a fines del presente año.
La elección de estas ciudades para la celebración de la serie de foros, según ha explicado Sergio Jaramillo, se relaciona directamente con el impacto que en ellas y en sus regiones vecinas ha tenido el conflicto armado interno, que en el caso específico del Huila dejó 994 casos de víctimas entre los años 2012 y 2013, según un informe de la Personería Municipal de Neiva y la Universidad Cooperativa de Colombia seccional Neiva, dado a conocer en diciembre pasado.
La aguda situación ha llevado al gobierno departamental a crear y fortalecer unidades productivas en 30 municipios del Huila con el fin de apoyar a las víctimas del conflicto armado, para lo cual ha destinado una partida presupuestaria de 3700 millones de pesos, de los cuales 2609 millones corresponden a la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, y que beneficiarán a 469 familias que podrán acceder a insumos, herramientas, equipos, asistencia técnica y acompañamiento empresarial.
No obstante tales beneficios, el alcalde de Neiva, Pedro Hernán Suárez, criticó la Ley de Víctimas y señaló que si bien ésta fija responsabilidades a los mandatarios locales, no ha otorgado recursos para la puesta en acción de medidas de apoyo a las víctimas. “En lo particular, no tengo claridad del papel que jugamos los alcaldes en el postconflicto, ni tampoco de lo que deben hacer la academia y la empresa privada al respecto. No sabemos cuáles son las necesidades de las víctimas ni cuál es la cantidad de ellas que debemos atender, por lo cual no hemos podido diseñar planes efectivos de acción”, precisó el mandatario local.
El foro también sirvió para que los indígenas del Huila, a través de su representante, Leonardo Hoen Quinayas, se pronunciaran respecto del proceso de paz y dieran a conocer sus aportes e inquietudes en esa línea.
“Nuestro reto es la liberación de la Madre Tierra”, dijo Hoen Quinayas, quien señaló haber elaborado propuestas en torno al tema de la paz y quien inquirió al Alto Comisionado por el futuro de todos aquellos indígenas que han sido apartados de sus comunidades a la fuerza para integrar grupos armados y que han de regresar en un eventual proceso de postconflicto. “¿Qué pasará con ellos cuando regresen? ¿Cómo se les va a reparar y por qué el gobierno aún no los ha traído?”, preguntó el indígena a Jaramillo, quien aclaró que el tema de la reparación de víctimas es algo que se ha de abordar en La Habana de manera conjunta, sin distinción de etnias, raza o religión.
Luego de la jornada académica de la mañana, conformada por los paneles de discusión que abordaron temas como los “elementos para construir paz en las regiones” y “La articulación de esfuerzos sectoriales para lograr construir la paz”, el encuentro de Construyendo Paz en las Regiones permitió a los representantes de la comunidad debatir y reflexionar en mesas temáticas los aportes que la región puede y debe hacer para la construcción de una paz estable y duradera desde ahora, pero con miras a su consolidación en una eventual etapa de postconflicto, la cual se daría una vez se firme entre las partes presentes en La Habana un Acuerdo General de Paz.
En las mesas temáticas se abordaron temas relacionados con la cuestión agraria, las regiones construyendo paz, la participación de las instituciones en la construcción de paz, y las alianzas y consensos para la paz, de las cuales surgió una serie de propuestas que permitirán nutrir el proceso que se adelanta entre el Gobierno y las Farc y, más importante aún, implementar planes regionales de reconciliación, convivencia y desarrollo agrario local en la eventual etapa de transición.
Propuestas convergentes para la aplicación de una política agraria que beneficie a los pequeños cultivadores de Huila; potencializar la movilización social en torno a la paz; generar procesos de aceptación social ante los nuevos movimientos políticos que han de surgir con antiguos integrantes de la guerrilla; incentivar un proceso participativo de los planes de dejación de armas, reintegración y desmovilización, así como enfocar esfuerzos para que por medio de la cultura se logre paz, fueron algunas de las iniciativas que fueron expuestas en el marco del foro.
El de Neiva fue el segundo de una serie de cinco foros (cuatro regionales y uno nacional) en los que otros territorios que padecen el conflicto armado contarán también con la posibilidad de hablar con representantes del alto gobierno, proyectarse en una situación de posconflicto y evaluar cómo piensan emprender la construcción de una sociedad local en paz con proyección nacional.