jueves, 11 de septiembre de 2025
Dominical/ Creado el: 2015-04-19 08:34

“Estamos dispuestos a discutirlo todo”

El foro realizado en Panamá que tenía como tema central “Prosperidad con Equidad: El Desafío de Cooperación en las Américas”, permite sintonizarse con los temas de la actualidad latinoamericana.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | abril 19 de 2015

POR: Ricardo Mosquera Mesa

ESPECIAL DIARIO DEL HUILA

Esta frase pronunciada por Raúl Castro que escribió un capitulo histórico para el continente americano en la VII Cumbre de las Américas plantea un giro de ciento ochenta grados en la política internacional y una nueva era para la política latinoamericana .El encuentro entre el Presidente Raúl Castro y el Presidente Barack Obama en Panamá, marca una nueva senda para la región, en un contexto de reconciliación que deja atrás la época de las invasiones militares Norteamericanas y termina con los rezagos de la Guerra Fría.

Han pasado casi seis décadas de los incendiarios discursos en Punta del Este (Uruguay) de la OEA cuando el Presidente Kennedy decía en su mensaje: “Ustedes, los participantes de esta conferencia, atraviesan un momento histórico en la vida de este hemisferio. Esta reunión es algo más que una discusión de temas económicos o una conferencia técnica sobre el desarrollo; constituye, una demostración de capacidad de las naciones libres para resolver los problemas materiales y humanos del mundo entero” (Kennedy, 05-05-1961) e invitaba a la Alianza para el Progreso que lideraba USA hacia los pueblos Latinoamericanos. El rechazo contundente de Ernesto “Che” Guevara, delegado cubano que acusaba al imperio de buscar una política de penetración y dominio, por el contrario, invitaba a cerrar filas para crear  no solo uno, sino muchos Vietnam y proyectar al mundo la experiencia de la Revolución Cubana.

Antes había esbozado, en su condición de Ministro de Hacienda Ernesto Guevara que soberanía política e independencia económica irían unidas: “Si no hay economía propia, si se está penetrado por un capital extranjero, no se puede estar libre de la tutela del país del cual se depende, ni mucho menos se puede hacer la voluntad de ese país si choca con los grandes interés de aquel otro que la domina económicamente” (Guevara, Obras Escogidas 20-03-1960). Después de 60 años de hostilidades, de vivir la dependencia de la URSS y luego del petróleo venezolano, el dialogo entre Estados Unidos y Cuba afianza las relaciones con los  países de la región: “Nunca antes las relaciones de EEUU con América Latina fueron tan buenas” sostuvo en la cumbre que reunió a los 35 Jefes de Estado  de los países miembros del hemisferio (Norteamérica, Centroamérica, Caribe y Suramérica) para discutir y debatir aspectos políticos, concertar acciones a nivel nacional y regional en aras de enfrentar  los desafíos que impone un mundo globalizado donde se abren paso las economías emergentes lideradas por China y Rusia que se convierte en primer socio comercial de algunos países suramericanos, se abre a la inversión en infraestructura, y a los préstamos para competirle al FMI y al BM, lo cual explica la simpatía de alguno de los líderes políticos (ALBA) y la apertura a los mercados del petróleo y los commodities de oriente. Estados Unidos quiere cambiar el rumbo a su política exterior y volver por la reconquista de América para lo cual es definitivo reconciliarse con la nación cubana.  

El foro realizado en Panamá que tenía como tema central “Prosperidad con Equidad: El Desafío de Cooperación en las Américas”, permite sintonizarse con  los temas de la actualidad latinoamericana, a diferencia de la pasada Cumbre de Cartagena, en el que el hecho más notorio fue el incidente de los agentes de la CIA con trabajadoras sexuales de la ciudad, la VII Cumbre pone en la agenda la necesidad de acentuar los vínculos y la cooperación entre las naciones para enfrentar los retos de la desigualdad,  eficiencia y competitividad, educación de calidad, salud, respeto a los derechos humanos y, por sobre todo, dejar atrás los temas que históricamente han separado a las naciones, para darle paso a una unión que permita a los del hemisferio insertarse  en una economía mundial cada vez más competitiva, que deja atrás la confrontación bélica por la artillería de los precios para penetrar los mercados. En la Cumbre, se trataron otros  temas, como la necesidad de  realizar alianzas que permitan dinamizar el sector productivo, impulsar la industria a través del desarrollo del capital humano mediante una educación de calidad, que permita competirle al gigante asiático China y los Tigres Asiáticos fortaleciendo sus relaciones comerciales y financieras en Latinoamérica. 

Los gobiernos, gremios y empresarios son conscientes de los nuevos retos y han generado una mayor unión e integración a través de Bloques Económicos en la región (NAFTA y MERCOSUR, Alianza Pacifico), lo que también genera la cooperación para el mejoramiento de la infraestructura dentro de cada  país para avanzar en competitividad, crecimiento económico y bienestar social. Colombia está inscrita en este proceso, pero tiene que resolver un conflicto armado de más de sesenta años, para lo cual el apoyo de la región y de la ONU al proceso de paz que se adelanta en La Habana, es definitivo, y se convierte en un peldaño para alcanzar la Paz en la región y salirle al paso al narcotráfico que también desestabiliza a México y Argentina  con los mercados de estupefacientes que siembran más violencia. Según la OCDE, Colombia pese haber tenido un buen crecimiento económico en los últimos años, es  muy vulnerable a los cambios de los precios en el mercado de las materias primas, posee un mercado laboral con alto peso del  trabajo informal que  contribuyen a una baja productividad, genera pobreza y estimula la desigualdad. Lo anterior pone a la nación en un panorama difícil frente al mercado mundial.

Respecto del proceso de paz, la buena relación Cuba-Estados Unidos es un incentivo para acelerarla pues quedan pocos argumentos a regímenes como Venezuela, Bolivia y Nicaragua para mantener un discurso radical contra el imperio, mientras los dos líderes más visibles de la confrontación se estrechan la mano y están “Dispuestos a discutirlo todo”, llegar a acuerdos políticos y económicos de largo alcance.

Asistimos a una presión de la comunidad internacional para lograr la paz, para lo cual es indispensable acelerar los diálogos de la Habana, no aceptar provocaciones como la ocurrida con el asesinato de los once soldados en el cobarde ataque de las FARC a la vereda la Esperanza (Cauca) que es un atentado a la esperanza de todos los colombianos que creemos en la paz negociada. Colombia al igual que los demás países de la región, debe impulsar sus procesos económicos y sociales para poderse insertar a una comunidad internacional que exige estabilidad política para mejorar sus niveles de bienestar y convivir en un mundo civilizado que no confronte amigos vs enemigos, reconozca discrepancias que pueden ser tramitadas por la vía diplomática. En palabras del Presidente Obama "Ahora estamos en condiciones de avanzar en un camino hacia el futuro y dejar atrás algo de las circunstancias del pasado que han dificultado que nuestros países se comuniquen". Sólo a través de un mejor  desempeño económico en un marco de bienestar social, lo que en últimas se traduce en inclusión social, menor desigualdad e igualdad de oportunidades podremos conquistar  la Paz y realizar nuestros sueños de tener un país con democracia económica y política. (Bogotá ,18-04 .15).