Venado–Boquerón, un distrito de riego que necesita “presión”
De ser multipropósito incluiría riego para cultivos, una presa para generación de energía y venta de agua potable para el consumo humano en los municipios beneficiarios. Quedarían excluidas las actividades piscícolas y turísticas.

En el norte del Huila, como en otras regiones del país, miles de hectáreas carecen de agua para irrigación de cultivos y producción pecuaria. Algunas en Villavieja, Tello y Baraya continúan vírgenes.
Desde hace 60 años agricultores y ganaderos de esta región luchan por hacer realidad la construcción del distrito de riego Venado–Boquerón, llamado antes Tres Pasos – Las Lajas y Tres Pasos – Boquerón.
Los dineros invertidos en estudios de factibilidad y diseños han sido cuantiosos. “Cerca de 30.000 millones de pesos”, afirmó el concejal de Villavieja Édgar Almanza.
El último de ellos se realizó entre 2005 y 2006 a un costo de 2400 millones de pesos de una partida de ocho mil millones, que según el ingeniero Nelson Arias, de la Secretaría de Agricultura del Huila, aportó el gobierno de Álvaro Uribe Vélez en 2003 para distritos de riego en este departamento.
Otros cuatro mil millones fueron destinados en la misma época a estudios de factibilidad y diseño del distrito de riego Tesalia–Paicol, obra en construcción que enfrenta serios problemas y no podrá ser culminada este año, como se espera.
Riesgo
Entre los usuarios potenciales del futuro distrito de riego Venado–Boquerón, integrantes de Asovenado, asociación que desde 1995 une a cerca de 500 propietarios de tierras de los municipios beneficiarios en torno de este proyecto, hay preocupación ante el riesgo de que se pierda una partida de 250.000 millones de pesos asignada en 2012 por el actual gobierno del presidente Juan Manuel Santos para la construcción de la obra.
De ellos hay disponibles 63.500 millones de pesos, partida bianual del Fondo Nacional de Regalías, vigente hasta este año, informó el lunes pasado en reunión con agricultores de la zona, el alcalde de Villavieja Raúl Alonso Ramírez Olaya, en presencia de Ricardo Pérez Alonso, representante de “btd” empresa española interesada en la financiación y construcción de este distrito.
“Si esa plata no se ejecuta, se pierde. Hay que hacer un llamado a presión para que se defina la ejecución ”, dijo Hernando Borrero
Costos
Según el alcalde Ramírez Olaya el proyecto no se ha radicado porque para hacerlo debe estar actualizado. “La actualización podría costar siete mil millones de pesos… El proyecto no está muerto, está estancado. No vamos a botar la toalla. El departamento no tiene los recursos, pero los vamos a jalonar para actualizarlo vía Incoder o por la vía que sea”, dijo al informar que le ha hecho “cacería” al presidente Santos hasta en el Chocó para verificar dónde se encuentran los recursos.
Contrario a él, el ingeniero Arias y el propietario de tierras Dodanil Soto, consideran que si los estudios costaron 2400 millones de pesos en 2006, para la actualización solo se requerirían mil millones de pesos. “Subirían a siete mil millones si son nuevos”.
En 2006, según Arias, el costo total de las obras se estimó en 165.000 millones de pesos. “Con la actualización de precios, hoy podría ascender a 250.000 millones de pesos. Existen los estudios detallados, con 280 planos en promedio”.
Importancia
Según Arias, este distrito de riego es muy importante. “En Venado–Boquerón hay cuatro mil o más hectáreas que en el pasado no tuvieron cultivos establecidos. Son tierras vírgenes no explotadas que se podrían incorporar a la producción. Aquí las condiciones insatisfechas son mayores, prevalecen más para ser atendidas”, dijo.
En Tesalia–Paicol la condición es diferente, explicó. “La intención allí es elevar 60 bombeos sobre el río Páez para tres mil hectáreas de cultivos de arroz. No se incorporaron áreas nuevas para producción. Se trata de cambiar la captación y conducción por gravedad. En este caso la decisión fue política, faltó presión de los usuarios del proyecto Venado–Boquerón para cambiar la decisión” y construir primero este distrito. En su opinión fue un error político.
Españoles
Pérez Alonso, representante de “btd” empresa privada de desarrollo de negocios, escuchaba atento y silencioso. Recién se había bajado del avión que lo condujo a Neiva desde Bogotá, a donde llegó la noche anterior procedente de Madrid (España).
En su intervención dijo que “btd” está interesada en la financiación y construcción de este distrito de riego “llave en mano”, con recursos de la banca internacional, a 15 años, con dos años de gracia y un 4 por ciento de interés anual.
A su pregunta de con quién se haría el convenio: si ¿con los alcaldes, con Asovenado, la gobernación o el ministerio?, Eladio Vargas, secretario de Agricultura del Huila, afirmó que el Gobierno Departamental no cuenta con los recursos, “el Gobierno Nacional sí. Lo que podríamos hacer es una labor de acompañamiento para tratar de obtener los recursos”, dijo.
Lo social
Edil Quintero, barayuno, propietario de tierras, lamentó en la reunión que solo se hablara de plata y no del tema humano. “El norte del Huila es una zona que está en pobreza absoluta. No tenemos gobernantes que tengan sentido de pertenencia. No tenemos gobernantes que nos quieran sacar adelante. No hay subsidios de cosecha para el sector campesino. No hay nada. En campaña política reviven el proyecto y nos sacan los votos y después nada. Pónganle atención a esto. Pónganse la mano en el corazón para que se organice una empresa de economía mixta. Hablamos de diálogos de paz con semejante problema social. Si el campo no tiene comida, mientras unos se desarman otros se vuelven a armar. Busquemos salidas en beneficio de los más necesitados”, dijo.
“Sin subsidios del Gobierno Nacional a los beneficiarios nos sería imposible pagar la deuda para la construcción y ejecución del proyecto”, enfatizó Hernando Rubiano.
A punto de terminar la reunión, el alcalde Ramírez expresó que ni los alcaldes ni la gobernación ni Asovenado podrían comprometerse a pagar el dinero. Planteó que sea el Gobierno Nacional el que haga el retorno. Propuso que sea una inversión mixta, para lo cual se requiere saber el costo.
“Haremos en 45 días el estudio y presentaremos dos propuestas: una para un distrito de riego de un solo propósito y otra para uno Multipropósito, para saber cuál es más conveniente y quien pagaría”, concluyó Pérez Alonso
De ser multipropósito incluiría riego para cultivos, una presa para generación de energía y venta de agua potable para el consumo humano en los municipios beneficiarios. “Como desconocemos el tema piscícola y el turístico, los excluiremos”, dijo.
Al cierre el concejal Almanza mostró su descontento con los entes gubernamentales: “Nací oyendo hablar de este proyecto. Tengo 57 años. Quiero que se haga con inversión privada porque la oficial no ha servido. La inversión social sería buena, nos traería desarrollo”.
Llamó la atención porque Villavieja corre el riesgo de quedarse sin acueducto, para lo cual no existe una medida de choque para cuando se llene la represa de El Quimbo y disminuyan los caudales del río Magdalena, de donde se surte el acueducto de esa población.
“Hay un clamor general para que no haya más represas en el Huila por su impacto ambiental, pero si en este caso el beneficio social es mayor, lo comparto”, dijo.
Entre tanto los usuarios de Asovenado planean reunirse para reactivar la Asociación y analizar cuál podría ser el mejor camino para echar a andar la construcción de este anhelado distrito de riego. Guillermo Cardozo, en representación del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder), manifestó que la institución, ahora en cabeza del huilense Rey Ariel Borbón, está dispuesta a apoyarlos en todo.
Por:
MARTA EUGENIA LÓPEZ B.
Especial para Diario del Huila