UNA HISTORIA BIEN CONTADA
La semana pasada tuvimos la fortuna de contar en la tertulia con la presencia de Don Reynel Salas Vargas, miembro prominente de la Academia Huilense de Historia, benemérita institución que cumple con creces una loable tarea como lo es rescatar la memoria histórica de nuestra comarca, a pesar de la indiferencia y a veces maléfica posición de coterráneos que intentan desdibujar sus logros.
La invitación se cursó con la intención de que nos ilustrara sobre esa monumental obra denominada “La Historia comprehensiva de Neiva”, que tuvo la Dirección Científica del profesor de la Universidad Nacional Bernardo Tovar Zambrano y la Coordinación Académica del también historiador invitado Reynel Salas Vargas. Fueron 69 prolijos investigadores, quienes a lo largo de más de tres años lograron redactar cerca de 3 mil páginas compiladas en 5 Tomos a su vez adornados de exquisitas pinturas y retratos de procedencia huilense.
Esta colección que no tiene precedentes en el país por su profundidad y amplitud, se logró quizás como el único regalo efectivo que recibió nuestra ciudad de Neiva al cumplir sus cuatrocientos años. No se puede dejar de mencionar que su origen se debió al apoyo que le diera en su momento el exalcalde Hector Aníbal Ramírez y el Secretario de Cultura Municipal de entonces, Ramiro Falla Cuenca. Para muchos de nosotros en la Tertulia fue una verdadera y muy agradable sorpresa conocer de boca del académico Salas la descripción en detalle de cada uno de los cinco tomos recreándose la memoria con relatos que abarcan todos los ámbitos de la ciudad a través de su devenir y transformación de aldea en ciudad.
Lo económico, lo eclesiástico, lo social, lo costumbrista, lo rural, lo empresarial, se entrelazan en una cadencia afortunada para el lector que no habrá de derivar en fatiga alguna cuando recorra cada uno de sus capítulos atiborrados de febriles episodios de nuestros antepasados cumpliendo el propósito de afincar nuestros valores que casi configuran una etnia de la cual nos sentimos orgullosos herederos. Quien no conoce su pasado no puede planear su futuro dijo alguien y esto es muy válido. Lástima grande contemplar lo que ahora sucede.
Los investigadores del pasado tuvieron que consultar los registros notariales y municipales, casi todos guarnecidos en Bogotá luego del incendio de los archivos que ocurriera hace unos años en Garzón y el naufragio de los archivos del Estado Soberano del Tolima, en 1886, cuando se quiso trasladarlos de Neiva a Ibagué.
Los relatores de nuestra historia presente tendrán que consultar ya no solamente en las notarías sino ante todo en los Juzgados y en los archivos de Fiscalías y demás “ías”. ¿Cuággggggggggndo se perdió la imagen del huilense que era sinónimo de rectitud, de honorabilidad y de franqueza? ¿Cuándo dejó de ser válida la palabra empeñada del opita que no requería de soportes documentales porque era respetada a toda costa? En la historia reciente que estará ya escribiéndose seguramente encontraremos la explicación de cuando se derrumbó nuestra escala de valores para ser reemplazada por la ideología del dinero fácil y sin escrúpulos, del “todo vale” y del concepto de que el erario sea fuente de enriquecimiento particular.
Da grima ver que hasta la sal se corrompe en nuestra patria. Al paso que vamos nuestros descendientes ya no tendrán que estudiar biografías sino prontuarios. Lo que creíamos que era un atraco planificado en el llamado “carrusel de la contratación” de Bogotá, hoy nos sorprende como epidémica malignidad que no respeta instituciones ni dignidades ni grados ni soles, y se extiende por todo el territorio nacional .Tendremos que volver al pasado. Tendremos que releer nuestra historia una y otra vez para rescatar lo bueno y configurar nuestra idiosincrasia en base de valores éticos y morales.
Creemos que esta magnífica obra de la Academia Huilense de Historia debiera ser de obligatoria lectura y análisis no sólo de nuestros estudiantes sino de todos los estamentos de la sociedad civil y gubernamental. Ahí está el semillero para la Cátedra de la Huilensidad que nos debe generar una reingeniería en el comportamiento colectivo y personal. Una historia bien contada tiene que ser valorada, recordada y además premiada.
Nota: Invitamos a nuestros lectores para que sintonicen nuestro espacio radial “lL Tertulia del Botalón “ todos los domingos en Emisora Surcolombiana de 9 a 10 am.
Rincón del Botalón
Por Germán Liévano R.