Presentación libro Pensamiento y Acción
En ceremonia especial el Rector de la UNal presento tres obras de la colección liderada por la Rectoría este viernes 11de Noviembre en el auditorio Juan Herkrat de la Facultad de Ciencias sede Bogotá.

En ceremonia especial el Rector de la UNal presento tres obras de la colección liderada por la Rectoría este viernes 11de Noviembre en el auditorio Juan Herkrat de la Facultad de Ciencias sede Bogotá. Una de ellas la del Exrector y Profesor Asociado Ricardo Mosquera Mesa: “Pensamiento y Acción, Los Senderos Recorridos por Un Intelectual Orgánico”
Ante un auditorio concurrido de académicos y docentes el rector Mantilla señalo: Para la Rectoría de la Universidad Nacional de Colombia es motivo de gran satisfacción presentar al lector esta obra que forma parte de la Colección Apuntes Maestros. El texto que usted tiene en sus manos es, sin duda, de la mayor calidad académica y de innegable importancia para el conocimiento. Con esta obra, estoy seguro de que el trabajo y la dedicación del profesor Ricardo Mosquera Mesa dejará una impronta de excelencia en todos nosotros. La Colección Apuntes Maestros, creada por esta Rectoría, agrupa obras de intelectuales invitados que han tenido algún lazo con la Universidad Nacional de Colombia. Los académicos que con su obra componen nuestra Colección son representantes excepcionales de distintas áreas del conocimiento: las ciencias, las artes y las humanidades. En todos los casos hemos tenido que recurrir a la insistencia para derrotar la modestia de los autores y lograr la aceptación para publicar sus apuntes maestros. Esta Colección es un reconocimiento justo a obras que se originan en el pensamiento maduro de quienes aquí escriben. Ignacio Mantilla Prada Rector.
Por su parte el Profesor Mosquera dejo constancia de una amistad:
Desde el inicio de estas páginas quiero manifestar mi gratitud con el colega Gabriel Restrepo, sociólogo coetáneo y buen amigo desde antaño, por el tiempo y la paciencia dedicados a los fecundos diálogos mantenidos conmigo en este último semestre, los cuales prodigó generoso al saber mi propósito de recapitular la trayectoria de mi investigación. La vida ofrece muchos dones y sorpresas. Lo digo por una anécdota que motivó nuestro reencuentro cuando le solicité prologar mi último libro, “Colombia frente a los escenarios del Pacífico”, publicado en el 2012 por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia. Esta ocasión ha sido una feliz oportunidad para hacer una lectura recíproca de sus textos y los míos, con no poco alborozo por hallar muchas coincidencias en los fundamentos de pensamientos y acciones diferentes, y aún más: por tener un aprendizaje recíproco. Y no se me oculta que este diálogo maduro con un sociólogo de mi edad me recuerda la constante charla que sostuve en mis épocas de formación con el sociólogo Sergio Pulgarín, ambos impulsados por la convicción de la importancia de afinar los nexos entre procesos económicos y sociales. En nuestras conversaciones recordamos con mucho humor que cuando él retornó a la Universidad Nacional luego de seis años de tránsito por altos cargos técnicos en el Departamento Nacional de Planeación, lo llamé al despacho de la Rectoría para ofrecerle la importante tarea de repensar la estructura curricular de los programas de la Institución en calidad de vicerrector académico, dado que entonces no encontraba ninguna persona que como él conociera a fondo la Universidad Nacional, por haber estudiado en detalle su historia. Agradecido por la oferta, la declinó al confesar que la misma renuencia a aceptar cargos directivos se la había expresado a la jefa del Departamento Nacional de Planeación, quien entonces le ofreciera la Dirección de Colciencias. Su proyecto vital e intelectual giraba entonces —me dijo— en comprender más a la Nación desde sus raíces que al Estado, pues pensaba que ya había alcanzado un conocimiento suficiente de este y que, en cambio, la emergente Nación aparecía como un libro no bien abierto. Como se sabe, en su lugar nombré al profesor Antanas Mockus, quien desempeñó la tarea; con él hicimos la reforma académica de la Universidad, y después sería mi sucesor. Fue muy grato para el colega Restrepo y para mí recordar aquel momento de bifurcación de destinos y saber que nunca se ha reprochado el camino elegido entonces y que, por el contrario, por vías distintas, él ha mostrado mucha empatía y comprensión por los senderos que he escogido, al igual que otros colegas de mi generación. Pues como en muchas tardes de diálogos y de comentarios suyos a mis manuscritos, con la generosidad de sus aportes, comprobamos que a todos los que bregamos desde las épocas de formación por la defensa de la Universidad Nacional nos ha animado un mismo fin: enderezarla para que por su medio el país dé curso a un serio empeño por la cultura, la ciencia y la tecnología, y con ellas a una ética de responsabilidad y de libertad como fundamento ineludible de un nuevo pacto entre el Estado y la Nación .Quedan abiertas estas páginas para su juicio académico y político.